Un año de cruciales desenlaces

Un año de cruciales desenlaces

La solución de la crisis tema de la sentencia TC-168, que constituye el punto primero de la agenda del presidente Medina, el desenlace de la crisis del PRD y la casi segura definición de la candidatura presidencial del PLD para el 2016, hasta el momento, constituyen tres grandes temas cuyos desenlaces deberán producirse en este año político que se inicia y que serán determinantes para el futuro del Gobierno y de esos dos partidos.

Medina es consciente de que la crisis generada por esa sentencia se ha constituido en el principal obstáculo para el discurrir de su Gobierno. Sabe que su solución no puede postergarse más, pues mientras más tiempo dura más compleja se hace, peores serán las consecuencias políticas y económicas para el país y más difícil le será romper la férula que sobre el Estado tiene el puñado de nostálgicos trujillistas que ha creado el oprobio y crisis con esa sentencia.

No hay margen de maniobras posibles, Medina tiene que avenirse ya al reconocimiento del derecho a la nacionalidad dominicana de aquellas personas de origen haitiano nacidas en nuestro país, como se estableció en la Constitución del 2010, aunque eso produzca un momentáneo desencuentro en sus relaciones con ese grupo de nostálgicos. Ese grupo se nutre de la alianza que tiene con PLD, sus principales dirigentes saben que su relativa influencia radica en esa alianza y por más que presionen y chantajeen, al final, como en otros momentos, mantendrán sus coincidencias y alianzas con los gobiernos de ese partido.

Otro tema que deberá ser resuelto en este nuevo año político es la crisis del PRD. El sector mayoritario vive el drama de que no tiene claridad sobre cómo recuperar el partido desde dentro, ni cómo delinear una estrategia de lucha por el poder desde fuera sin la posesión de sus siglas. Esa situación le resulta insostenible, pero cualquier decisión que tome ese sector que no esté basada en un mínimo consenso tendría un resultado desastroso. Eso lo obliga a tener comedimiento e inteligencia en su lucha contra el sector minoritario que, en esencia, es un Caballo de Troya del PLD, todo.

En cuanto este último partido, todo indica que Leonel Fernández está buscando otra nominación presidencial para el 2016. Es poco probable que pase este año sin que se defina el tema de esa nominación, lo cual será determinante para el desenlace de todos los proyectos de candidaturas en curso al interior del PLD y, lo que es más importante, despejará la incógnita sobre las bases en que descansan las relaciones entre Medina y Fernández.

Del desenlace del tema de la candidatura del PLD, de cara al 2016, dependerá el futuro tanto del PLD como la del país, porque si finalmente Fernández impone la suya, se impondrá definitivamente el poder unipersonal en esa colectividad y el unipartidismo en la sociedad dominicana.

En tal sentido, el desenlace del tema de la sentencia 168/TC, el de la crisis del PRD y el de la candidatura presidencial del PLD para el 2016 determinará el futuro de esos partidos y del Gobierno. También la forma y esencia de la oposición política en el país.

 

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