Hoy 
Dispuestos a linchar al conductor a quien se acusa de manejar en estado de embriaguez, los parientes de los ocho muertos y de los heridos en el accidente de Villa Mella presenciaron ayer la audiencia en la que a Rufino Ramírez Vargas, acusado de abandonar la escena del accidente, le impusieron un año de prisión preventiva.
La jueza del Juzgado de Paz para Asuntos Municipales de Villa Mella, Isabel Guzmán, lo envió a cumplir la medida de coerción en la cárcel de Najayo, en San Cristóbal.
En el rol de la audiencia figuraban los nombres de otras seis personas heridas en el grupo de las 32 que realizaron el viaje al balneario Estrella de Belén, en la Hacienda Estrella.
Norma Altagracia Araujo fue sumada a la lista de los lesionados.
La audiencia, iniciada a las 10:30 de la mañana, transcurrió en medio del reclamo de los familiares de las víctimas, quienes tenían dos pedimentos: unos proclamaban que la pena sea de 30 años y otros, que se lo entregaran para matarlo.
Ramírez Vargas contrató abogado privado. No mostró su rostro. El accidente ocurrió la tarde del domingo 20 cerca de La Hacienda Estrella, en Santo Domingo Norte.
El chofer de quien Rolando Minaya afirma que su sobrino Amador dijo que había tratado de sobornar al portero del club para que le dejara entrar ron al balneario, llegó al tribunal sin licencia de conducir.
Pero Rossi Esther Medina Báez, tía de una de Manuel Fernando, presentó una copia de la licencia y lo rastreó en buró de data crédito.
Afirma que los muertos se elevaron a 13 y que en el sector El Remanso hay tres.
Los parientes de Manuel Fernando, Yensi Rosario, Kensy Primitivo de los Santos, Yesenia del Carmen Genao, Willy Corcino Madé, Anderson López y Michael Vargas de Dios vociferaban insulto contra el chofer.
Dolor. El menor Víctor Amador, sobreviviente del accidente, cuenta a su familia que mantiene viva la escena de los asientos desprendiéndose en la parte trasera y los gritos de las víctimas que soltaba el vehículo que chocó con un poste del tendido eléctrico.
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Qué celebración
El día del accidente, Kensy Primitivo de los Santos, una de las víctimas fatales, celebraba sus 13 años de vida. Sus amigos le consiguieron los 200 pesos para el pasaje. Querían que tuviera un día especial. Su edad coincidía con un número de mala suerte.
