Un año y diez meses duró su lucha contra el cáncer

Un año y diez meses duró su lucha contra el cáncer

Madrid (EFE).- Un año y diez meses duró la lucha de Rocío Jurado contra el cáncer, un tiempo en el que la cantante se enfrentó a dos operaciones, a un duro tratamiento y en el que se refugió en su familia, su fe y en la fortaleza de su temperamento.

El 30 de julio de 2004 fue el día en el que se desencadenó la fatalidad para Rocío Jurado. Ese día, la cantante, que estaba en Chipiona, su localidad natal en el sur de España, disfrutando de un descanso antes de emprender los conciertos que tenía en agosto, sintió dolores abdominales.

Fue a una clínica, cuyos médicos decidieron que debía trasladarse urgentemente a Madrid.

El 2 de agosto fue sometida a una intervención de ocho horas, llevada a cabo por el doctor Enrique Moreno (el mismo médico que realizó el trasplante de hígado al cantante Raphael), una operación que mantuvo hospitalizada a la cantante veinte días.

El 20 de agosto, la cantante era dada de alta y fotografiada a la salida del hospital junto a su marido, el torero José Ortega Cano, su hija Rocío Carrasco y su hermano, Amador Mohedano, antes de partir a su casa, en la urbanización residencial madrileña de “La Moraleja”.

Fue la propia artista la que, casi un mes después de su salida del hospital, el 17 de septiembre, plantó cara a la realidad con la misma fortaleza que la había convertido en una estrella de la canción.

Ese día, uno antes de cumplir sesenta años, Rocío Jurado convocó una rueda de prensa en su casa que fue retransmitida en directo por varias cadenas de televisión y, tras decir un “no sé por dónde empezar”, confirmó públicamente que tenía cáncer de páncreas, y agregó que cuando los médicos se lo dijeron se había sentido “perdida”.

“Me voy mañana a Houston (EEUU), a la clínica Anderson. El doctor norteamericano Thomas Brown ha visto el informe y ha dicho que el tumor se eliminó en la operación, pero que hay que seguir un tratamiento que durará unas seis semanas”, declaró mientras reconocía que en la ciudad estadounidense estaría “más tranquila y alejada de la prensa”.

Unos tres meses después, el 11 de diciembre, la cantante, con doce kilos menos, regresó a Madrid desde EEUU, tras concluir en Houston su tratamiento y descansar unas semanas en Miami.

Desde entonces Rocío Jurado tuvo que viajar varias veces a Houston para hacer revisiones y continuar su tratamiento, y volvía a España para continuar en su casa su recuperación.

En abril del 2005 la cantante viajó a Colombia para acompañar a su marido, José Ortega Cano, en un festival taurino benéfico en la ciudad de Cartagena de Indias.

Los actos públicos de la cantante no fueron muchos hasta el pasado mes de diciembre, en el que volvió a cantar. Lo hizo para grabar, durante dos días, el homenaje especial “Rocío, siempre” que la cadena pública española TVE le dedicó y emitió el 20 de diciembre, y en el que cantó en solitario e hizo nueve duetos con artistas como Lolita, David Bisbal, Chayanne o Raphael.

En aquel momento Rocío Jurado comentó que se sentía “bien, con mucha esperanza” y que tendría que seguir haciéndose revisiones.

A finales de enero la artista suspendió la presentación del CD-DVD que recoge el homenaje “Rocío, siempre” y regresó, el día 23, a Houston, para someterse a una nueva revisión, durante la que fue sometida a una pequeña cirugía para corregirle una arteria que le causaba fuertes dolores abdominales.

Tras esta operación, sufrió una fuerte reacción alérgica a un medicamento que la obligó a ingresar en la UCI en dos ocasiones y que debilitó seriamente su organismo.

Tras una mejoría de su estado, los médicos autorizaron el pasado 23 de marzo su regreso a España en un avión privado. Nada más llegar a Madrid, y como ya estaba previsto, la cantante fue trasladada en una UVI móvil al hospital de Monteprincipe, para ser sometida a una revisión médica.

Durante su ingreso en la clínica madrileña, la cantante experimentó diversas recaídas y mejorías y fue el jueves 6 de abril, cuando su estado de salud se complicó al detectársele “un cuadro de insuficiencia hepática aguda”.

A pesar de todo, a los dos días, la tarde del sábado 8 de abril, bastante recuperada, después de casi tres meses volvía a su casa donde permaneció hasta que su corazón dejó de latir.

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