Un anteproyecto bonito que nació prematuro

Un anteproyecto bonito que nació prematuro

A mediados de la tercera semana de marzo recibimos la información de que en la Cámara de Diputados de la República Dominicana cursaba un anteproyecto de ley encaminado a regular la publicidad en esta media isla con detalles legales que, a juicio de los conocedores del mismo, atenta contra la libertad de empresa y la Constitución de la República.

Según los medios, el anteproyecto fue introducido por la legisladora Minou Tavárez Mirabal, del Partido de la Liberación Dominicana, quien fuera electa con una aceptable votación en la circunscripción número 1 del Distrito Nacional.

La mayoría de empresas que manejan medios de comunicación ya han expresado su desacuerdo con la pieza, reflejando que el mismo se elaboró sin las debidas consultas, porque es lógico entender que una propuesta legislativa de esta envergadura debe ensamblarse con el análisis de técnicos de mucha experiencia en la materia y la participación de todo un sistema empresarial que actualmente sobrevive en medio de una gran precariedad por los altos costos de las materias primas y la inestabilidad de la moneda nacional.

Las declaraciones que han emitido los técnicos publicitarios del PLD evidencian que este anteproyecto no es conocido por los órganos de comunicación y políticos de ese partido, lo que nos permite deducir que es una iniciativa encaminada por la voluntad personal de la legisladora, haciendo uso de su legítimo derecho como diputada.

[b]EL MAL MOMENTO[/b]

Suponemos que este asunto fue discutido por buenos profesionales del derecho y de la publicidad pensando en la consolidación y defensa del sector publicitario dominicano. A lo mejor se quiere hacer un intento porque algunos medios no le quiten el trabajo a las agencias, que están estructuradas con un personal muy calificado en varias áreas, egresados de las mejores academias nacionales e internacionales. Si eso es así, lo más lógico es que el legislador discuta este tema tan delicado con su partido, que ha vendido una imagen de integridad y orden a tal punto que en el período 1998 2002 expulsó a varios diputados de sus filas porque se salieron de la línea de la organización en un momento menos crítico que el de estas elecciones por la presidencia de la República.

El historial peledeísta nos ha enseñado que ese partido está organizado sobre la base de decisiones orgánicas, y que un planteamiento de tanta envergadura no llega a una cámara legislativa sin pasar por los órganos técnicos morados, compuestos por prestigiosos profesionales de todas las áreas.

Aunque el PLD es un partido con una excelente imagen de unidad y respeto institucional, este hecho constituye un nota discordante con sus métodos y una imprudencia táctica en un momento en que los medios de comunicación y los empresarios que pagan a las agencias están siendo solidarios con la oferta electoral peledeísta.

En honor a la verdad el sector publicitario anhela desde hace muchos años un marco legal que le permita regularizar el negocio y evitar deslealtades dañinas. Pero esa necesidad no puede conducirnos a la desesperada propuesta sin pensar en los intereses de nuestros aliados de negocios que son los medios, suplidores y anunciantes. ¿Recogió este anteproyecto la opinión de ellos?. Si no se hizo así se tomará como como una recopilación de ideas de una parte interesada que ha tomado en su buena fe a una prestigiosa diputada animada por la mejor de las intenciones para su país.

Por la reacción que hemos visto todo indica que los propietarios y ejecutivos de medios fueron sorprendidos y, como es natural, han respondido con las armas que tienen a manos: los medios. No sería extraño ver el ataque de los empresarios luego de que tengan la oportunidad de estudiar el anteproyecto de los publicistas.

Por la naturaleza de nacimiento de esta criatura legal, es muy probable que no llegue a la adultez ante tantas dificultades que le esperan. Al final es una buena enseñanza para los bien intencionados que intentan ayudar al sector publicitario, porque de este modo aprendemos que en este mundo democrático hay que madurar y probar la efectividad de las ideas antes de lanzarlas al debate sin la robustez requerida para sobrevivir.

El anteproyecto es bueno pero le falta tiempo en el horno para que se pueda digerir.

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