Un año para no olvidar España ofreció la sorpresa en el basket 2006

<p>Un año para no olvidar España ofreció la sorpresa en el basket 2006</p>

PARIS,  (AFP).- España entró en la historia del básquet coronándose campeona del mundo en Japón tras arrollar a Grecia en la final (70-47) y dar muestras de un dominio aplastante en todo el torneo, consiguiendo con autoridad su primer triunfo en una gran cita internacional.

La cómoda victoria en la final se produjo además sin la presencia de la máxima estrella del combinado, Pau Gasol, lesionado en el tobillo en los minutos finales del partido de semifinales.

España fue un rodillo durante la competición, superando a todos sus rivales por al menos diez puntos, salvo en el duelo ante Argentina en la semifinal (75-74), único en el que los españoles vieron de cerca la posibilidad de salir derrotados.

Los hombres comandados por el técnico Pepu Hernández, que sufrió la pérdida de su padre horas antes de la disputa de la final, dieron muestras de espíritu de equipo y de afán de superación ante las adversidades.

«Sabían que yo no estaba y eso ayudó a mis compañeros, les dio más motivación para ganar. El equipo hizo un partido enorme, estuvo bien verlos jugar desde el banquillo», afirmó satisfecho Gasol tras la final.

A pesar de su lesión, el catalán fue nombrado jugador más valioso del torneo y estuvo acompañado en el quinteto ideal del torneo por otro español, Jorge Garbajosa, además de por el estadounidense Carmelo Anthony, el argentino Emanuel Ginóbili y el griego Theodoros Papaloukas.

En la clasificación de mejores anotadores se impuso el chino Yao Ming, con una media de 25,3 puntos por partido, mientras que el venezolano Richard Lugo fue el mejor reboteador del Mundial, con 11,4 por partido.

La victoria española terminó con una deuda pendiente del básquet del país, tras cinco finales perdidas en los Campeonatos de Europa (1935, 1973, 1983, 1999 y 2003) y una en los Juegos Olímpicos, ante Estados Unidos en Los Angeles-1984.

La »generación NBA», apodo que recibió el equipo por parte de la prensa española, sumó al país a la selecta lista de campeones mundiales, junto a Estados Unidos, Yugoslavia, la URSS, Argentina y Brasil, dejando atrás su mejor resultado en un Mundial, en Colombia-1982, cuando fueron cuartos.

Además de devolver el interés por el básquet en España y un multitudinario recibimiento en Madrid, los jugadores e integrantes del cuerpo técnico del equipo recibieron tras su éxito el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

Por su parte, Estados Unidos firmó de nuevo una actuación decepcionante en un gran torneo, dando muestras de un juego alejado del de los »dream teams» de antaño, que le relegaron a la 3ª plaza tras caer ante Grecia en semifinales (101-95) y superaron a Argentina en el partido de consolación (96-81).

En las competiciones de clubes, los equipos rusos dominaron en Europa, con las victorias del CSKA de Moscú en la Euroliga y del Dínamo de Moscú en el segundo torneo del continente, la Copa ULEB.

El CSKA salió victorioso en la final a cuatro disputada en abril en el Sazka Arena de Praga, imponiéndose al FC Barcelona en la semifinal (84-75) y al Maccabi Tel-Aviv en la final por 73-69.

La brillante actuación del esloveno Matjaz Smodis y del griego Theodoros Papaloukas, así como el trabajo del técnico italiano Ettore Messina, marcaron un año exitoso para el club de la capital rusa.

En la Copa ULEB, otro equipo de Moscú, el Dínamo, revivió tiempos pasados venciendo en la final disputada en la localidad belga de Charleroi al Aris de Salónica griego (73-60).

Al otro lado del Atlántico, en la NBA, este fue el año de Miami Heat, que se sobrepuso a las dos derrotas iniciales en la final ante los Dallas Mavericks para terminar consiguiendo el ansiado anillo de campeón de la principal Liga de básquet del mundo.

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