Un año sin privilegio eclesial

<p>Un año sin privilegio eclesial</p>

SUSANA SÁNCHEZ
El pueblo cristiano y otras tradiciones, tanto del oriente como de occidente, recibieron el año 2007 llenos de esperanza y fe. El pueblo cristiano dominicano, a pesar de todos los presagios negativos que se levantan alrededor de la firma del TLC, la reforma fiscal y otros cambios gubernamentales, sigue teniendo esperanza y confiando en que Jesucristo es el Señor de la historia.

En la tradición judeocristiana, el número siete ocupa un lugar de privilegio, tanto en el Antiguo como en el nuevo Testamento. En el relato de la creación Dios termina la creación del mundo en siete días. En el Nuevo Testamento es amplio el uso de este número, en especial en el libro de Apocalipsis, en 22 capítulos se usa alrededor de cincuenta veces. En el pensamiento del escritor bíblico, el siete significa lo completo, perfecto, estar satisfecho, tener suficiente, perfección, plenitud. En los evangelios, Jesús habla de perdonar hasta setenta veces siete, para significar las veces que fuera necesario. En el Padre Nuestro, Jesús presenta siete suplicas; siete son los dones del Espíritu.

En la tradición católica romana, el número siete tiene predilección: Tiene siete Sacramentos, siete Pecados Capitales, siete son las Virtudes, dividida en tres teologales (fe, esperanza y caridad) y cuatro cardinales (justicia, templanza, prudencia y fortaleza).

En el Oriente, los hindúes reconocen siete ramas del saber. En la India, hay siete Ciudades Sagradas, siete centros de energía llamados Chakras. En la mayoría de los grupos esotérico, religiosos, órdenes, sectas, el número siete se distingue entre los demás. El siete es el símbolo de la perfección, la armonía y la vida). En el orden secular, siete son los colores, siete los días de la semana, siete son las notas musicales, etc.

Tomando en cuenta los señalamientos anteriores, en la perspectiva de la fe, estamos en el tiempo perfecto de Dios, tiempo propicio este 2007. Tiempo donde se están haciendo grandes cambios en nuestra estructura social, esto genera crisis, pero a la vez se crean ilusiones y retos que hay que enfrentar con valentía. Todos estos cambios generan esperanza en el pueblo evangélico, pues dan la oportunidad, para hacer ajustes en la vida religiosa de nuestra nación. Aspirar a un sistema religioso donde cuenten protestante y Católico Romano.

En la Constitución de nuestro país existe la libertad de culto y de conciencia (Sección I de los derechos individuales y sociales # 8). En el artículo 100, sección V de nuestra Constitución, dice: “La República Dominicana condena todo privilegio y toda situación que tienda a quebrantar la igualdad de todos los dominicanos”. Sin embargo, hoy en el 2007, se pueden notar todos los privilegios que son concedidos a la iglesia Católica Roma, por encima de las demás iglesias cristianas. Es sabido hoy que esta iglesia no es la de todos los dominicanos, como se señala en esa misma sección. Hay un pueblo protestante encarnado en medio del sufrimiento y las luchas de los dominicanos.

El 2007 es tiempo perfecto para que se dé un trato igualitario a todas las iglesias, tanto en la participación en la toma de decisiones en beneficio de la nación, como en el la asignación de una partida considerable en el presupuesto nacional. El 2007 invita entonces a revisar el concordato existente entre la Santa Sede y la República Dominicana, puesto en vigor por Trujillo y revisado en el 1954, el cual coloca a la iglesia Católica Romana en posición privilegiada. El artículo I del concordato dice. “La religión católica, apostólica y romana, sigue siendo de la nación dominicana y gozara de los derechos y de las prerrogativas que le corresponden, en conformidad con la ley divina y los derechos canónicos”. Desde luego esta declaración es discriminatoria y deja a un lado las demás iglesias. En el artículo VI en relación a las organizaciones eclesiástica, para el gobierno solo cuenta la iglesia católica romana y esta constituida así: Arquidiócesis Metropolitana de Santo Domingo, diócesis de Santiago, diócesis de la Vega, Prelatura Nullíus de San Juan de la Maguana. Las cuales son subvencionadas mensualmente por el estado, lo cual ocurre muy excepcionalmente con otras iglesias cristianas. El año 2007 es propicio para apropiarse de la propuesta del vaticano II, artículo V, donde se propuso un trato igualitario para todas las iglesias, donde también se busco independizar la iglesia del poder temporal político del estado y así mantener una postura profética. Este es el tiempo para la inclusión de todas las iglesias en la vida nacional; sueño que todo evangélico espera que se haga realidad y así cumplir con la misión de Cristo, de servir unidos en amor y solidaridad a los demás.

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