Un aperitivo rico y muy nutritivo

Un aperitivo rico y muy nutritivo

¿Sabías que esas hermosas flores de amarillo brillante intenso que muchos llaman girasoles y  otros  flor del sol, como  yo de niña, cuando mi padre las cultivaba en el patio de la casa, proceden de unas semillas  riquísimas al paladar tanto en variedades de recetas gourmet, como solas, tostadas y saladas?

¡Síiii!, son deliciosas  como aperitivo o tentempié mientras llega el plato fuerte, o simplemente como  merienda matutina o vespertina.  Pero su sabor no es lo más importante de las semillas de girasol, o “sunflower” como les dicen en inglés, sino sus elevados  aportes nutritivos y de salud.

Las semillas de girasol, que pertenecen a la categoría de frutos secos, son una maravilla en la gastronomía internacional, pues con ellas se pueden preparar incluso aderezos para condimentar ensaladas y también para agregar a panes, postres… o simplemente saborearlas solas.

En el caso de aperitivo,  hay que retirarles la cáscara o cubierta externa y apreciar su rico sabor.  Éstas, además de utilizarse como alimento para el  consumo humano, se emplean como alimento para aves.

Valor nutricional.   Las semillas de girasol son  un  alimento con alto contenido en grasa, rico en minerales y  vitamina E,  muy recomendado  para  la nutrición de la piel y como antioxidante.

Contiene calcio, por lo que su consumo es una excelente  opción para quienes   no toleran los  lácteos, así como  para  deportistas, niños o mujeres  embarazadas que tengan  algún tipo de descalcificación u osteoporosis. Tiene  49.57 gramos  de lípidos por cada 100 gramos  de producto.

Origen de la semilla de girasol.  Datos al respecto citan este fruto seco en  América, pero el inicio de su comercialización se ubica en Rusia.

Hay diferentes tipos de semillas de girasol, ya que los nativos americanos hacían cultivos distintos de éstas: las cultivaban de color miel, blanco, rojo, y  las más conocidas, las  de cáscara de rayas blancas y negras.

Los primeros cultivadores de semillas de girasol consumían estas semillas de diferentes formas: las molían   y las utilizaban  para hacer tortas en forma de pan, pero a veces  las  mezclaban con habas, calabaza o maíz.

¡Ah!, pero no sólo esto: de las semillas de girasol  fabricaban incluso un aceite que utilizaban en la elaboración de sus  panes. Esta última práctica   aún permanece, por lo que  hoy contamos con el aceite de girasol, muy demandado, por cierto, por sus propiedades saludables.

Receta

Aderezo de semillas de girasol y ajonjolí

Ingredientes

1/4 taza de semillas de girasol

1/4 taza de semillas de sésamo (ajonjolí)

1/4 taza de aceite

Jugo de 2 limones

1 cucharadita de pimienta

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de jengibre en polvo

Hojas de albahaca fresca

1 ramita chica de romero

Preparación. Poner a hidratar en agua las semillas de girasol y sésamo  por una noche y posteriormente colarlas. Ponerlas en el vaso de la licuadora, junto con el aceite, el jugo de limón, la pimienta, la sal, el jengibre y las hojas de albahaca y romero. Licuar todo y acomodar en una salsera.

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