Un atropello incalificable de la justicia

Un atropello incalificable de la justicia

Una investigación criminal en la que participen activamente la ex fiscal de Santiago Yeni Berenice Reynoso, su sucesora Luisa Liranzo, hoy fiscal del Distrito, el veterano investigador criminalista, licenciado Miguel Ramos, la fiscal adjunta Aura Luz, el general Acosta Castellanos, el INACIF, la DICRIM, dirigida entonces por el actual director de la Policía, mayor general Ney Aldrin Bautista, se supone confiable y concluyente.
Y más cuando las investigaciones, pruebas y experticias se hacen enfocadas a una persona, el profesor universitario e historiador maeño Manuel Rodríguez Bonilla, escogido por el morbo público como el autor del crimen de su esposa Yasmín Valdez, hecho que sacudió a la sociedad maeña por la crueldad de su ejecución y la presencia de una infante que presenció la lucha de su madre con dos asesinos, un hombre y una mujer, de acuerdo a las muestras de ADN encontradas entre sus uñas.
Todas las investigaciones sobre el caso concluyeron en que no existía ningún elemento probatorio que pudiera servir de base al sometimiento del conocido profesional, persona de bien a quien nunca se le conoció un acto de violencia y que consagró su vida a educar y a trabajar en todas las iniciativas que representaran desarrollo y progreso para su pueblo y región.
Nueve años después del crimen, el profesor Rodríguez Bonilla, se presentó a la fiscalía de Santiago, como solía hacer cada año, a indagar si había algún avance en las investigaciones del crimen contra su esposa y para su sorpresa, el fiscal de Santiago, José Francisco Núñez, decide apresarlo, pidiendo y obteniendo prisión preventiva sin aportar ningún elemento nuevo al expediente. ¡Así anda nuestra “justicia”!

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