AQue de la boca de las urnas electorales sea que salga el nombre del favorecido, no de la boca de los fusiles… que cuatro años no son nada comparados con la eternidad….@ Ulises Francisco Espaillat, 1875
ASi yo insisto sobre la necesidad de practicar la tolerancia, es porque en ella es que pueden encontrar su convivencia todos los partidos políticos del país, y porque ella es la que puede apagar los rencores, y destruir ese antagonismo que si acaso por los consejos de la política rutinera puede servir momentáneamente para mantener un equilibrio peligroso es al mismo tiempo un obstáculo insuperable al progreso moral y material del país@, Ulises Francisco Espaillat, 1875.
AComprendo… que el fuego de las pasiones, mal apagadas aún, podría en un momento encender de nuevo la guerra civil y sumir el país en los mayores horrores. Más aún, comprendo que el pais reclama con urgencia algunas reformas; pero no se oculta que para llevarlas a cabo no solamente es indispensable que haya mucha abnegación y decisión de parte del Nuevo Gabinete, sino también que este cuente con el firme, constante y leal apoyo de los principales hombres del pais. Ulises Francisco Espaillat, 1875.
Terminó ya la larga, conflictiva, cargante y asqueante campaña electoral. El pueblo se expresó en las urnas y eligió su candidato. Dijo con su voto (NO! a las políticas del candidato presidente, demostrando su desconfianza al llamado de que los Atiempos buenos@ estarían por llegar.
Espectadora participante del proceso, acudí a votar por convencimiento de que mi voto, como el de cada uno de los electores, era un compromiso con el futuro. Y como todo el mundo, tenía, con sobradas razones muchas aprehensiones. Triste me sentí de que estábamos en presencia de un evidente retroceso. Como antaño, durante las largas horas de votación se hizo presente el viejo fantasma del engaño, del irrespeto a la voluntad popular, del abuso de autoridad… pensé con tristeza en 1978 y en 1994… constaté que, a pesar de los avances electrónicos al poder contar con un moderno padrón electoral electrónico y fotográfico… la desconfianza se hacía presente.
Los rumores circulaban por doquier. Los teléfonos no cesaban de sonar. El largo silencio de la Junta Central Electoral, que había prometido unos resultados a escasas horas de finalizar el proceso, estaba lejos de la realidad. Que si el militar de poder y sin escrúpulos mostró su fuerza en un centro de votación; que si el funcionario palaciego llegó a un colegio electoral acompañado de militares mostrando su acostumbrada prepotencia, y no solo vociferó, sino que hasta golpeó… que civiles mostraban pistolas… que la táctica oficial era incidentar el proceso… y la tensión subía, y la gente se preguntaba )habrá otro juntazo? )Es posible que se desconozca la voluntad popular? Y como un regalo divino, apareció en las pantallas de televisión el pleno de la Junta Central Electoral, los jefes de la misión de la OEA, los embajadores de las principales misiones y el Monseñor del Diálogo, quien hizo uso de la palabra… y al escucharlo todos nos quedamos con la boca abierta… denunciaba, advertía (no es posible que retrocedamos al 78! …y finalizó pidiendo respeto a la voluntad popular… y desde nuestros hogares todo el mundo se preguntaba )qué cosas sabía que nosotros desconocíamos? )Tenían sustento real nuestros temores y dudas? Después, los medios anunciaban que el Presidente Candidato había reconocido su derrota, un medio lo ponía en duda… )Será verdad? Finalmente la rueda de prensa oficial e improvisada: El Presidente reconoció que el candidato del PLD había ganado, y dijo que en unas elecciones se iba a ganar o a perder. Y los que vimos y escuchamos las declaraciones, nos echamos hacia atrás y respiramos aliviados. (Desarmados y sin respaldo quedaron los que querían imponer el desorden!
Goza el que gana. El PLD celebra, planifica lo que va a hacer. Los cercanos al Presidente electo cabildean y aspiran a posiciones… mientras el partido perdedor, como fiera herida, se estremece en el suelo. Coronando la larga cadena de desaciertos absurdos, ahora Aexpulsan@ al Presidente destituido del Partido, el único líder que mantuvo la coherencia en defender un principio partidario; los demás líderes, se tragaron sus palabras y negaron con los hechos sus críticas, pero sobre todo sus propios principios. Este grupo no termina de hacer un balance de conciencia para reconocer sus errores: nos impusieron a base de dinero público una modificación constitucional; el Presidente, quien reiterando una y otra vez su negación a la reelección, aceptó desdiciéndose, y entonces se olvidó de gobernar para hacer nuevas promesas de campaña. El dispendio del erario público nos golpeaba; mientras la Secretaría de Educación está desde hace meses incomunicada por falta de pago, se creó el llamado Arenovito@; mientras los médicos se iban a huelga, se repartía lo poco que nos quedaba… Mientras se afirmaba por un lado que había respeto a la voluntad del pueblo, muchos militares, olvidando el compromiso constitucional de las Fuerzas Armadas, expresaron abiertamente sus simpatías políticas por el Presidente en funciones….Y así pasaron los meses, mientras la ciudadanía miraba horrorizada y expectante el espectáculo.
La divina providencia nos protegió y nos salvó del caos. Tenemos un respiro para soñar.