Un bellísimo regalo de Año Nuevo para el corazón y nuestra fe.
El lunes 7 de enero, cuando se realizaron los saludos al papa Francisco, le agradecí a Su Santidad, como ya también lo había hecho el embajador Víctor Grimaldi precedentemente, a nombre del excelentísimo señor presidente Danilo Medina, a nombre del Estado y del pueblo dominicano, de toda la gente de fe que habitan en nuestra tierra, en relación al envío del cardenal Gregorio Rosa Chávez en su representación a la misa celebrada recientemente por los 525 años de la primera misa en América, celebrada en La Isabela.
Al finalizar la conversación, Su Santidad, cercano, como buen latinoamericano, me sorprendió y dio un regalo a mi vida que transmito y deposito en el corazón de cada uno de los habitantes de la República Dominicana. Me dijo: “¡Tengo un cuadro de la Virgen de ustedes!”.
Al escucharlo sentí un gozo inmenso, sonreímos y pensé en nuestra primera dama, Cándida Montilla de Medina cuando a principios de mayo del 2018 le hizo entrega de una réplica en tela de la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia que se encuentra en los Jardines Vaticanos colocada por la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede, hecha en mosaico, aprobada por el Governatorato de la Ciudad del Vaticano que al pie de la imagen, discretamente y de manera sencilla, reza: “El pueblo de la República Dominicana a su protectora Nuestra Señora de la Altagracia, mayo 2016”. Un dono del pueblo dominicano colocado en los Jardines Vaticanos. Nosotros, simples instrumentos del Señor.
Para noviembre del mismo año (2016), se realizó una sencilla y significativa bendición presidida por S. E. R. Giuseppe Cardenal Bertello, gobernador de la Ciudad del Vaticano, en presencia de monseñor Francisco Ozoria Acosta, ya entonces arzobispo de Santo Domingo, Primado de América; mons. Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, obispo de La Altagracia; monseñor. Napoleón Romero Cárdenas, obispo de mi amada Barahona, y el obispo de La Vega, monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez.
Asistieron embajadores acreditados ante la Santa Sede y funcionarios del Vaticano.
Recordamos que fue muy emotiva la presentación a nuestra Virgen en los Jardines Vaticanos, tal como fue su deseo y así lo hizo, monseñor Ozoria Acosta (junto a sus familiares y algunos obispos que le acompañaban), inmediatamente después de recibir de manos de Su Santidad el palio como pastor de la Arquidiócesis de Santo Domingo, en el 2017.
Aprovechamos para entregar nuestro afecto imperecedero a nuestro queridísimo S. E. R. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, quien apoyó con empeño y entusiasmo, en su momento, nuestra idea de que la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia reposara desde 2016 y para la eternidad en los bellos Jardines Vaticanos.
Auguramos un sereno 2019 para el pueblo dominicano siempre en oración y de la mano de Nuestra Señora de la Altagracia.