¡Un bolero de mosaico!

¡Un bolero de mosaico!

Herminio Alberti León

Píndaro y Herminio han llegado muertos y recomendados para hilachas, de un sábado de presión junto a uno de sus clientes con el cual ha quedado en consulta… “¿Quieres un vaso de agua?” –pregunta Píndaro-… “Noooo… ¡Prende la televisión vamos a refrescarnos y relajarnos un poco!”-es la respuesta de Herminio, a la que su alter ego reacciona con satisfacción-… Despacio y cabizbajos llegan hasta su amplia sala… Herminio toma el control y enciende su proyector en busca de canales locales… Quiere alejarse de las alarmantes noticias por cable sobre la guerra de Ucrania, la subida del petróleo, las elecciones de Brasil.. Ambos quieren solo recrearse… Para sorpresa, al encenderse el sistema de proyección la programación televisiva se sitúa en el canal 11… Un logo de Telesistema les invita a ver un nuevo espacio de temporada, muy poco usual en el país… A una pantalla azulada suavemente van entrando las palabras ‘Como un bolero’… ¡Por fin ambos podrán disfrutar de algo diferente y de calidad!

Sin darse cuenta de lo que iban a ver, se han topado con un programa único, porque está filmado en formato de cine… “¡Mira, Herminio! –exclama Píndaro-… ¿Ese no es tu amigo el flaco?” –mientras sonríe-… José Antonio Rodríguez –con su clásico sombrerito bohemio y su eterna sonrisa-, se hace dueño del espacio y, para sorpresa de los televidentes, desde un principio todo fluye como si estuvieran realmente ante un largometraje… Una barra en un ambiente de terraza de su residencia nos da la bienvenida, entre movimientos de 7 cámaras que, inteligentemente, son guiadas por profesionales de la talla de Peyi Guzmán, Javier Mall, Rafael Marchena, Humberto Aurich (El Topo), Jean Alberto Rodríguez, Hjlamar Gómez y Jaime Gómez.

“¡Diantre!, Herminio –grita Píndaro-, ¡El sonido y la imagen están increíbles!”… “Es que José Antonio parece estar abriendo las puertas de su casa para que nosotros, como televidentes, podamos sentirnos igualmente como en casa” –le comenta Herminio-.

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Han pasado ya unos 30 minutos de la transmisión y ambos no han podido siquiera moverse de sus asientos… José Antonio aprovecha su destreza y guía cada minuto de su entrevista a sus invitados, dejando una brecha para que las imágenes en pantalla mantengan al televidente como parte del contenido… Se produce una conversación muy cercana entre él y sus convidados… Es una muestra de que ha sabido impregnar su sello personal en cada expresión… “¿Te das cuenta Herminio de que lo que vemos es una combinación de música, cotidianidad e historia?” –expresa Píndaro-… “¡Efectivamente! –responde Herminio-, pero hay un elemento que hace más interesante esta producción… ¡Es el efecto sorpresa en los detalles de los temas!”… Y, ciertamente, la universalidad de los temas que se tratan a lo largo de la transmisión deja en la audiencia la incuestionable esencia de los seres humanos presentes en el momento, y su forma de pensar y enfrentar la vida.

“Por lo que hemos visto, Píndaro –expresa Herminio-, entre los invitados están directores de cine, cantautores, comunicadores, bailarines, trabajadores comunitarios, religiosos, gestores, emprendedores, historiadores, productores, entre otros… ¡Es un banquete para disfrutar a plenitud!”… En eso, Píndaro -que descansa en el sofá- sigue disfrutando de ‘Como un bolero’… pone una cara de ‘yo no fui’ y, mirando a Herminio, le dice: “¿Te acuerdas cómo se bailaban los boleros de tu tiempo?… ¡Te enorgullecías de no salirte del espacio en un mosaico!… ¡Pues, ahora puedes imaginártelo de nuevo al recordar, a las 8 en las noches de los sábados, como un bolero se ha hecho parte de la historia cultural de nuestro pueblo!”.