Un cacho del cielo en la tierra

Un cacho del cielo en la tierra

POR FÁTIMA ÁLVAREZ
Cachote es un cacho de cielo en la tierra, un trozo de gloria húmeda y fría, verde y mentolada para los sentidos. Ubicada a una altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar en el municipio de Paraíso, provincia Barahona, la loma de Cachote es un pedazo de la casa de Dios o tal vez de Dios mismo.

Poseedora de una de las mayores superficies boscosas del país, según registros del profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur, Cachote cuenta con una pluviometría anual de unos 2.500 milímetros, lluvia que se precipita gracias a sus características de bosque nublado.

Allí, a través de precarios caminos llenos de cantos filosos que conducen desde La Ciénaga, se accede al Proyecto Ecoturístico El Cachote, parte de la Reserva Ecológica Sierra Martín García, un majestuoso macizo cordillerano que emerge de las aguas, cual Neptuno, dejando a sus pies el verdiazul mar Caribe que, en Barahona, cobra otros colores, otra vida, otras razones.

En Martín García conviven las cuatro especies de mangles que se han registrado en el país, como son el mangle rojo, el prieto, el blanco y el botón. 67 especies de aves forman la avifauna nativa y migratoria de la sierra, que junto a 25 especies de reptiles y seis de anfibios crean la vida animal de la zona.

El Proyecto Ecoturístico, liderado por la Sociedad Ecológica de Paraíso (SOEPA) que preside Maltiano Moreta, se desarrolla como un plan científico de conservación de la biodiversidad a través del mantenimiento del bosque nublado y de las cuencas hidrográficas de la zona, que convierten a la loma de Cachote en la madre de las aguas dulces de Barahona, debido a que sus alturas son el surtidero de los ríos Bahoruco, Cortico, Nizaíto y San Rafael.

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