Un cavernícola en el Congreso Nacional

Un cavernícola en el Congreso Nacional

La periodista Llennis Jiménez, reportera de este matutino, entrevistó al diputado Manuel Díaz, de la bancada del Partido de la Liberación Nacional (PLD), sobre la modificación de la Constitución, en momentos en los cuales se mantiene una vigilia frente al Congreso Nacional en el Centro de los Héroes, para que los legisladores rechacen esta iniciativa que equivaldría a permitir la repostulación del presidente Danilo Medina, por un nuevo período presidencial.
Como las respuestas dadas por este homínido precursor del pithecanthropus erectus parecen provenir de un troglodita y no de un diputado de nuestro Congreso Nacional, he buscado la versión del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), última versión impresa de 2014 del significado de: “Diputado, da (Del part de diputar, m. y f. 1. Persona nombrada por un cuerpo para representarlo, 2. Persona nombrada por elección popular como representante en una cámara legislativa, nacional o provincial”.
La reportera Jiménez quedó anonadada cuando este “legislador” afirmó: “Están los votos y si no están, se van a conseguir, porque el Gobierno no se desafía”. Y a seguidas repitió: “ el poder es el poder y el poder no se desafía”. Agregó además, “el presidente Medina seguirá y lucharemos para que la reelección pase y para que pase bien conforme a lo que la Constitución dice, con los votos y si pasó con los votos exigidos, Danilo será presidente nuevamente, quieran o no quieran y como sea”. Con estas eufóricas declaraciones tuvo la reminiscencia del dictador Trujillo nacido en su misma provincia, quien se proclamaba “Padre de la Patria Nueva” y proclamó: “seguiré a caballo” sojuzgando con mano férrea a nuestro país, por espacio de treinta y un largos años.
A otra pregunta de la periodista: “¿Como Ud. va a conseguir los votos?”. Entonces, el señor Díaz le contestó con esta insulsez: “Ud. no es ninguna tonta, ni tampoco es de Suiza, por lo tanto sabe como se obtienen”.
¿Por qué la ciudadanía debe insistir en que los diferentes partidos políticos depuren sus candidatos a cargos electivos? Para evitar que alguien como éste Manuel Antonio Díaz Santos, comerciante de Villa Altagracia, sin preparación académica alguna, ni tampoco estudios especializados que le pudieran hacer merecedor de la curul que hoy ostenta. ¿Por qué sucedió?, simplemente porque tenía los recursos económicos suficientes, para poder mercadear su elección como candidato a diputado y poder solaparse a sus anchas en la Cámara de Diputados, como si estuviese en un bazar.
Hay dos hechos ciertos en el caso del diputado Manuel Díaz:
1ro. Estamos seguros que éste no asistió a los Círculos de Estudios para prepararse políticamente y seguir los lineamientos del Partido para servir, según ellos al pueblo;
2do. Estamos seguros, que si el fundador del PLD, profesor Juan Bosch estuviese vivo, la estadía de este diputado en el Congreso Nacional hubiese sido menor que lo que dura una cucaracha en un gallinero.
Debido a esta desfachatez y daño moral al Partido de parte del diputado Díaz Santos, los demás compañeros de la bancada del PLD, han salido prestos a repudiar tan cuestionados e incongruentes enunciados y solicitarle que se retracte ya que indirectamente les atañe y que pudiera pensarse que esa es la opinión de todos los legisladores. Entonces los increpó: “y ellos deben de revisarse”. Aquí debemos señalar, que otros congresistas también piensan como él pero se aplican el refrán popular:“calle boca compai, que en boca cerrada no entran moscas”.
En otro pronunciamiento acusatorio se explayó: “Aquí en el Congreso todo el mundo tiene su precio. Ellos si me han dicho a mi, como la otra vez, si me dan tanto, yo voto”. Según este parecer, los legisladores son mercaderes que venden su voto al mejor postor sin importar si respaldan intereses oscuros.
En nuestro país, da pena y vergüenza, que individuos como el que desenmascaramos ocupen un escaño en el Congreso. Tal vez, dada su posición económica en el mundo de los negocios, podría pretender lanzarse al ruedo por un nuevo período y creemos que después de esta pachotada, los electores le sacarán los pies o tal vez, le permitan optar por una regidoría en cuya sala capitular se podrá expresar con ese idioma primitivo, más acorde a su burda preparación académica.

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