Un Código Penal que nos dibuja como sociedad

Un Código Penal que nos dibuja como sociedad

Marien Aristy Capitán

Bailamos al son de los intereses y nos olvidamos de los demás

Como si de una carrera contrarreloj se tratara, en el Senado hay quienes tienen demasiada prisa por aprobar el Código Penal, sin estudiarlo ni discutirlo, a pesar de que todo indica que tiene serios yerros.

La pieza, que comenzó a ser estudiada por una comisión especial de la Cámara de Diputados a partir del 18 de agosto del año pasado, fue aprobada por la cámara baja el 1 de julio de este año y enviada a una comisión en el Senado el día 6.

Esa comisión senatorial empezó a leer los 422 artículos del código el 13 de julio y terminó el 19. Al día siguiente comenzó a consultar diversos sectores y dio por terminadas las consultas el martes 27.

El lunes pasado, en una reunión virtual, cinco de los miembros de la comisión decidieron rendir un informe favorable para que el Código Penal se apruebe tal como lo dejaron los diputados: sin discutir, estudiar o revisar artículos que para los senadores Faride Raful y Antonio Taveras Guzmán, otros dos de los nueve miembros de la comisión, deben modificarse.

Ellos citaron el tema de la responsabilidad penal de los partidos políticos, las penas por corrupción, las escalas de las multas, la falta de criterio en los tipos de robo, la semi-libertad a los violadores menores y la creación del tribunal militar, entre otros. Por otro lado, la Procuraduría hizo 11 observaciones, mientras la Suprema Corte pidió un mes para enviar las suyas.

¿Por qué, si la pieza lleva 18 años dando tumbos, no pueden esperar? ¿Qué esconde la premura?
El Código Penal nos dibuja muy bien: incapaces de ponernos de acuerdo cuando se trata de derechos, cada cual tira pa’ su lao. ¿Cuándo pensaremos en todos?

Aunque algunos busquen reducirlo a las causales y la discriminación, el Código Penal es muchísimo más

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