Un coleccionista de periódicos y revistas

Un coleccionista de periódicos y revistas

No es escritor, historiador,  intelectual ni periodista, pero en su casa del “Proyecto Kennedy” se puede conocer la vida social, económica, literaria, comercial, política de  San Pedro de Macorís porque él se ha dedicado a coleccionar libros, periódicos, revistas y piezas que la cuentan y recrean.

Juan Antonio Mateo es un sencillo hombre de los ingenios Consuelo y Porvenir y de la Autoridad Portuaria donde se desempeñó como encargado de refrigeración y tajador que ha convertido la vivienda en museo, biblioteca, archivo, galería. Allí acuden estudiantes, investigadores y turistas atraídos por ese patrimonio  al que no escapa ninguna actividad o personaje popular o noble de La Sultana.

En sus miles de fotos aparecen el antiguo cuartel de bomberos que fue el primero y desapareció, paradójicamente, en un incendio; el equipo de las Estrella Orientales cuando ganó el campeonato de 1953; Ángel Valera de los Santos, quien lleva más de 50 años como secretario del Ayuntamiento; los negocios “Venus”, Clarita”, “Morey”, “El mundo elegante”, “El Apolo”, “La Marina”, “Los coquitos”, “Los indios”, “José Armenteros”, “BByVT”, la “Barra Bar Familiar”  y las farmacias “Salud”  y “Burro con sueño”.

No faltan  los negocios de “La Arena” en la época en que fue famosa “zona de tolerancia”. Entre otros cabarets tiene retratados: “Los perros”, “46”, “Toñé”, “Mélida Durán”, “Kathy club”, “San Rafael”, “Fela”…

Entre los cientos de personalidades están  Carl T. George, Billy Berroa, Federico Nina, José Hazim y su hijo Josecito; Pedro Mir, Alfonso Canto, el famoso coronel de los bomberos apodado “Cocuyo”,  Luis Silvestre Nina “y su hijo Papotico”; América Bermúdez, su esposo, su hijo René del Risco y su padre Federico Bermúdez, Víctor Villegas, Ramón Marrero Aristy, Mauricio Báez, Néstor Caro, Virgilio Ozuna, Bruno Silié, fray Gumersindo de Granada,  “Joroco” Henríquez, Luis Amiama Tió, “el doctor Musa”, los Armenteros, Eduardo y Francisco Comarazamy.

También Tuto Peynado, Tito Acevedo, “el doctor Brugal”, José Manuel Rodríguez Herrera, Thelma Villaverde y otras maestras de principios de siglo, Primo, Linda, Momí, algunos acompañados de mandatarios nativos y extranjeros, monarcas, arzobispos, obispos.

Lugares emblemáticos y otros símbolos  que Mateo conserva en blanco y negro son el edificio “El sancocho”, de la familia Casasnovas;  la logia “Industria”, frente al parque Duarte, “donde usted puede apreciar los fotingos”; los primeros aviones de Pan Am que acuatizaron en San Pedro”; el negrito de Fello Kid, que era un farmacéutico y el negrito un maniquí colocado a la entrada de la farmacia.

Además, el carro de la funeraria de “Cepín”, los teatros “Restauración” y “Aurora”; los trabajos de cuando se sacaron los rieles que estaban en la calle “Presidente Henríquez”, la bomba de gasolina que estuvo frente al parque, la talabartería “El caballito blanco” donde está ahora José Sánchez”; la librería El Gallo, zapatería La Castellana.

La iglesia, boxeadores de antaño, miembros de clubes de caza y pesca, los famosos “cuatro hombres en cueros que retrató “Girón” en el malecón; libretas escolares con la efigie de los Trujillo,  el muelle “en la Danza de los millones cuando el azúcar tenía el precio tope”; una hoja suelta de los sindicatos de la época de Marrero; un busto de Trujillo que estuvo en la “Francisco Domínguez Charro”, frente a la catedral y ahora ésta otro de Manolo Tavarez Justo”.

Periódicos macorisanos

Juan Antonio nació el 21 de agosto de 1949, hijo de Juan Emilio Mateo y María Altagracia Calcagno. Estudió en la escuela Primaria Mixta y el colegio evangélico “Miguel Limardo” que además de inculcarle conocimientos acrecentó su fe en Dios. Es miembro de la Iglesia Pentecostal.

Sus colecciones se han enriquecido a través de compras y donaciones. En fotografías ha invertido casi todo su patrimonio aunque heredó algunas de Elías Acta Fadul a cuya muerte sus hijos pasaron a Mateo no sólo revistas, periódicos,  libros, sino considerable cantidad de fotos que le pasaba su sobrino Leopoldo Perera Acta. Por eso en la colección hay muchas chicas lindas en bikinis, dice.

Una diplomática que realizó trabajos al Ateneo desechó los periódicos y él los aprovechó y así, muchos descendientes que quieren deshacerse de papeles y objetos de sus ancestros idos, llaman a Mateo para donárselos.              Por eso él tiene también botellas de productos que se esfumaron como medicinas, gaseosas marcas “Del Giudice” y “Arévalo”, ron “Favorito” “y todos los de Pedro Justo Carrión”. A un  museo donó una de cerveza “Presidente Ámbar” y fichas de cuando en los ingenios se pagaba al obrero con estas piezas.

“Colecciono periódicos de San Pedro desde 1922 hasta la fecha”, afirma citando el Diario de Macorís, El Este, El Sultán, El Higuamo, El Siglo, El guloya, La Estrella; El bombero, Mar y sol, Sol del Este, Rugido 23, Aurora; Macorís en Nueva York, Manantial, entre otros. Entre las revistas están Macoríx, Moquitisol, El Higuamo, Micrófono, El rápido, Fama, Impulso, Serie 23, El volcán, Caracol, El esfuerzo, Los trabajadores, El trapiche, El maredón, Casi, Enfoque, Catedral San Pedro Apóstol y otras.

Y no hay autor de la serie 23 ausente de su biblioteca: “Zaglul, Pedro Mir, Villegas, Julio César Mota, Ludín Lugo, Federico Bermúdez, Virgilio Díaz Ordoñez, Freddy Prestol, Fernando Amiama, Dato Pagán,  Norberto James, América Bermúdez,  Julio Jiménez, Carmen Natalia, Evangelina Rodríguez, José Joaquín Pérez, Freddy Reyes, Julio De Windt Lavandier, M. R. Herrera Carbuccia, Freddy Gatón Arce, Frank A. Roca, Angel María Carbuccia, José Manuel Glass Gutiérrez, Federico Jóvine Bermúdez, Berno Berry, Rafael Pérez Malor, Fermín Alvarez Santana, Miguel A. Vásquez, Ramón Augusto Gómez Mejía, Rafael García Bidó, Ciprián Ramírez, Ángel Ponce Pinedo, José Dunker, todos…”.

Le han ayudado las relaciones, el desprendimiento con que ha servido a su pueblo y  haber sido articulista de “El Sultán” donde escribía sobre “El Macorís de ayer”. Además “cada vez que en Macorís sale un periódico, me llevan un ejemplar”.

Juan Antonio fue boy scout y está entre los fundadores del Museo Histórico de San Pedro de Macorís, del que es subdirector honorífico; de la Cruz Roja, Defensa Civil y de la primera junta de vecinos de su sector.

Lleva 40 años casado con Josefa (Fefa) Pérez, madre de sus hijos Victoria Bethania, Carlos Juan y Ana Carol. Hace poco donó al Archivo General de la Nación 270 fotografías. Lo demás queda en su casa “y aunque usted no lo crea, todo está organizado, encuadernado” en dos amplios cuartos.

En tantos años de matrimonio, tiene un único gran desacuerdo con Fefa porque ella no comprende el valor histórico de ese  acervo y le pide insistente: “sácame de aquí todos esos cachivaches”. Vivió otro inconveniente  cuando su cámara capturó altos jerarcas de la iglesia junto a personalidades macorisanas. Los purpurados no querían que los vieran sentados frente a una rica variedad de licores y con sus copas en las manos, llenas. Mateo pudo salvar la foto y es parte de su colección.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas