Un coloso norteamericano en quiebra

<P>Un coloso norteamericano en quiebra</P>

General Motors Corp y el Gobierno de Estados Unidos finalizaron este domingo planes para que la golpeada automotriz se reorganice, ya que la mayoría de los tenedores de bonos ayudaron a despejar el camino para presentar la bancarrota de la automotriz este lunes. Se espera que el presidente Barack Obama discuta hoy en forma pública los próximos pasos de GM mientras el Gobierno federal se prepara para asumir el control de más de dos tercios de la compañía en intercambio por decenas de miles de millones de dólares de ayuda.

Washington
EFE

 El presidente de General Motors (GM), Fritz Henderson, se prepara para anunciar mañana que prevé que el fabricante de automóviles atravesará un rápido proceso de quiebra al no haber conseguido reestructurar 27.200 millones de dólares de deuda no asegurada.

Henderson ha convocado una rueda de prensa para hoy en Nueva York, la misma ciudad en la que se sitúa el Tribunal de Quiebras donde los abogados de General Motors presentarán los documentos de la suspensión de pagos, en la que anunciará la situación del gigante industrial estadounidense.

También se espera que durante la misma rueda de prensa Henderson anuncie nuevos despidos y revele las 14 plantas que GM cerrará antes de finales del 2010.

La decisión se produce después de que el consejo de administración de General Motors mantuviera reuniones durante todo el fin de semana para analizar la situación y los pasos a seguir en las próximas semanas.

El Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, había establecido que GM necesitaba reducir sus costes laborales, rebajar sus responsabilidades financieras y reestructurar su deuda para seguir recibiendo préstamos públicos.

Desde diciembre, General Motors ha recibido del Departamento del Tesoro 19.400 millones de dólares en préstamos, lo que le ha permitido seguir operando. Pero la empresa necesita hasta 40.000 millones de dólares más para reestructurarse de forma que sea viable a largo plazo.

El gigante estadounidense ha conseguido llegar a acuerdos con sus empleados para reducir salarios y reestructurar sus pagos de prestaciones sanitarias, tal y como quería Washington.

Pero la empresa que dirige Henderson ha sido incapaz de alcanzar los mismos resultados con el suficiente número de tenedores de bonos para cumplir con los requisitos impuestos por Obama.

A pesar del dramatismo de la medida, General Motors ha conseguido en las últimas horas que un grupo de acreedores que representan algo más del 50 por ciento de la deuda no asegurada acepte la última oferta del Tesoro, por la que podrían recibir hasta el 25 por ciento de la nueva GM que surja de la reestructuración.

Se prevé que GM planteará al tribunal un proceso rápido, similar al que está experimentando la empresa  Chrysler.

Acreedores

Los acreedores que están en poder del 54% de la deuda obligatoria del constructor automotor estadounidense General Motors (GM) aprobaron el plan de reestructura del Departamento del Tesoro, informó un portavoz de la empresa.  Ese 54% involucra 975 instituciones, dijo a la AFP el vocero de la comisión ad hoc de acreedores, Elliot Sloane.

El Tesoro

 El Tesoro había dado hasta el fin de la jornada del sábado para que se pronuciaran sobre el plan que apunta a crear un nuevo grupo automotriiz.

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