Un compromiso con el equilibrio

Un compromiso con el equilibrio

Tras las elecciones de mayo, los mecanismos de poder continuarán bajo el peso de una hegemonía partidaria. La disidencia ante este predominio será exigua políticamente. El divisionismo opositor propició esta debilidad que está llevando a sectores empresariales, profesionales, académicos, comunitarios y entidades afines a preocuparse más que antes por la vigencia de límites en los ejercicios del Estado y su buena marcha. Quieren ser gobernados con pluralidad de visiones; de respeto a los intereses diversos y legítimos de la colectividad. Por sobre las banderías partidarias, estos sectores deberán cumplir un papel crítico y constructivo a la vez para armonizar y fijar metas comunes con quienes gobiernan.
Es sobre la sociedad en general que recaen los aciertos o desaciertos desde el Estado. Debe existir transparencia y oportunidad de debate para que los liderazgos sectoriales de todos los calibres tercien en la fragua de las decisiones sobre leyes orgánicas u ordinarias; políticas, programas y estrategias; impuestos y gastos, llamados a ser concebidos para generar ingresos a ser empleados con sentido de máxima utilidad. Un pacto social fundamental del que se deriven otros consensos. Es esencial en este momento propiciar una gobernanza con receptividad a las objeciones a viejas prácticas administrativas que generan marginación y trabas o demoran onerosamente ejecutorias que mejoren el país.

Dar continuidad a ejecutorias

La discontinuidad del Estado a veces ocurre bajo un mismo gobierno que se falla a sí mismo, y a la nación. La preocupación por realizaciones públicas no debe manifestarse únicamente con las que se cumplen en el momento. Se debe ser diligente también con las que precedieron. Con el patrimonio de obras acumuladas. Puede que un hospital caiga en descuido al tiempo que surgen airosos los muros y el equipamiento costoso de otro centro asistencial. O que un asentamiento para rescatar a un conglomerado marginal sea motivo para festejar mientras otro anterior parezca haber salido de la agenda oficial quedando incompleta la solución social; o que en cada año algún municipio pase a contar con adecuadas instalaciones deportivas mientras algunas anteriores, creadas también por inversión del Estado, se están convirtiendo en ruinas aceleradamente.

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