Un compromiso con la patria

Un compromiso con la patria

Danilo Medina Sánchez asume desde hoy y por cuatro años la Presidencia de la República Dominicana, avalado por el mandato de mayorías nacionales que acogieron como factibles sus ofertas de continuidad de lo bueno, corrección donde se necesite e innovación por el progreso. Sucede en el poder a  Leonel Fernández Reyna, a  quien se le reconoce el sostenimiento de la estabilidad y el crecimiento de la economía, pero sin equidad, y se le critica por no haber combatido con tesón la corrupción atribuida a servidores  de su gestión y el alto endeudamiento del país.

El principal reto del Presidente que jura hoy es actuar en consonancia con los anhelos del país, que acogió su oferta porque identifica en ella  deseos de hacer cambios positivos. Medina Sánchez ya ha advertido que no podrá cumplir todo lo prometido con la celeridad que quisiera. Ante esta expresión posiblemente motivada por circunstancias adversas que deberá enfrentar, nos atrevemos a decir que el país sabrá valorar la sinceridad de sus esfuerzos por conquistar las metas pretendidas.

La sociedad aspira a que al Presidente jamás le falten la voluntad y el coraje para hacer lo necesario por mejorar la seguridad ciudadana, la transparencia,  la autoridad pública, la producción, la competitividad del país  y, fundamentalmente, el desarrollo humano.  Adelante, señor Presidente.

Aniversario de la Restauración

El 16 de agosto de 1863 los dominicanos retomaron las armas para reafirmar ante los españoles su voluntad de autodeterminación y soberanía.

Esa voluntad ya había sido expresada el 27 de febrero de 1844, cuando fue declarada la independencia del dominio haitiano. Acontecimientos deplorables condujeron a la  anexión del país a España. Fue una decisión tan desastrosa como resultó la dominación haitiana.

 En esta fecha es una honra recordar a héroes como Santiago Rodríguez, José Cabrera, Benito Monción,  Pedro Antonio Pimentel, Gregorio Luperón y otros valientes  que en la loma Capotillo enarbolaron la bandera nacional y dieron inicio a la lucha restauradora.

La sangre derramada con honor y gloria por estos hombres hizo resplandecer de nuevo la luz de la independencia y la autodeterminación como pueblo libre de toda dominación  extranjera.

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