Un compromiso sin excepciones

Un compromiso sin excepciones

La educación dominicana está sometida a cambios importantes. El haber llevado la inversión en ese sector a un 4% del PIB ha sido el motor que debe impulsar, indefectiblemente, las mejoras cualitativas que la voluntad política de Gobierno y sector privado ha concebido para el país. El pacto educativo es un compromiso incluyente y nadie debe olvidar que la inversión involucra partidas importantes para mejorar la preparación y estatus social de los maestros.

Pero los compromisos obligan, a todos sin excepción, a cumplir puntual las obligaciones asumidas. Y es en esa virtud que, de la misma manera que hemos reclamado para los maestros mejoras salariales y otras reivindicaciones sociales, nos adherimos a la advertencia que hiciera recientemente el ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, de que exigirá a los maestros el cumplimiento estricto de sus deberes.

La escuela no puede retroceder a los tiempos y circunstancias en que los maestros utilizaban las horas de clase para actividades ajenas a sus deberes. Los cambios cualitativos en la enseñanza reclaman más dedicación y atención de parte de los docentes. Se les reconoce el derecho de aspirar a mejor paga y condiciones de trabajo, pero jamás deben olvidar que la tarea de transformar la educación no hace excepciones, y menos tratándose de protagonistas de primera línea, como es el caso de los maestros.

EXTRAORDINARIA LABOR SOCIAL

El personal médico del Hospital Militar Ramón de Lara ha demolido con sus servicios el muro virtual que en tiempos de la tiranía mantuvo alejados a civiles y militares. A estas alturas, el 65 por ciento de la gente que procura asistencia médica en ese centro son civiles sin vínculos familiares con militares. Se trata de un trabajo social que pone al servicio de los civiles todo el conocimiento y la especialidad clínica del personal del hospital.

Ayer, en el almuerzo de los medios del Grupo de Comunicaciones Corripio, los responsables del Ramón de Lara pusieron de manifiesto los alcances del compromiso social asumido por ese centro, que opera como escuela para la formación de médicos. Es una forma patriótica de los militares hacer la guerra contra las enfermedades, para beneficio de la sociedad civil.

 

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