Un concurso exitoso y generoso

Un concurso exitoso y generoso

El primer concurso Un Mural para CDEEE, organizado, auspiciado y patrocinado por la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), acaba de concluir exitosamente. Al igual que varios certámenes recientes, se dirigió exclusivamente a artistas jóvenes, de entre 18 y 35 años de edad, sin embargo, su singularidad consistió en encaminar la expresión pictórica hacia un género particular, el mural. Los participantes debían entregar un solo proyecto, de un formato que correspondía, en escala, a las dimensiones de las pinturas a ejecutar en el recinto exterior del Centro de Operaciones de Herrera y el Club recreativo Julio Sauri.

Los organizadores, algo inquietos por ser la primera competición artística en esta categoría, han manifestado su satisfacción ante la acogida y los resultados.
Cuarenta y cuatro participantes acudieron respetando las medidas y la técnica solicitada. La selección incluyó a 21 concursantes, y una admisión fuera de concurso.
Es ciertamente un concurso generoso, que finalmente dio oportunidades a varios artistas emergentes. Cuatro premios conferidos implicaban la realización del proyecto en un mural, pero se decidió que también las cuatro menciones de honor ejecutarían sus propuestas respectivas. Además, dos premios del publico –en este caso era el personal de la corporación que se pronunciaba– recibieron reconocimientos.
Cualidades de las obras. Los concursantes supieron “aludir en sus obras a componentes del sector eléctrico y/o a la misión nacional y social de la CDEEE”, según lo requerían las bases. Este objetivo se enfatizó prácticamente en todos los proyectos, lo que demuestra la capacidad de investigación en un campo especializado y permite una expresión creativa aun cuando se estipula un tema.
Los aspectos de ideología y estilo, contenido y forma, se conjugaron. Con el predominio de una definición realista y una precisión descriptiva, luminosidad, color, trazo, espacio, se han sumado en composiciones palpitantes. Se sintió que el tema y sus elementos esenciales motivaron a los participantes que, a menudo, hicieron verdaderos estudios previos.
El jurado expresó su agrado, y hasta sorpresa, por la creatividad manifestada en un tema especial. Los artistas multiplicaron signos y símbolos, como Katherin Cabrera y Mario Melvin, mientras Manaury Calasán y Miguel Rodríguez enfocaron dinámicamente la luz en el espacio, y Julio Cesar Reyes dispuso áreas cromáticas. Ana Magdalena Pérez, Julio César Hernández y José Manuel Peña optaron por una estilización personal decisiva.
Luego, estos proyectos enfrentarán un nuevo reto al estar plasmados en el muro en magnas dimensiones. La transferencia pictórica, fruto del oficio, la técnica y la reflexión, de los materiales y los procedimientos empleados, deberá atraer las miradas por la energía y la limpidez de su ejecución. Cabe señalar que la CDEEE proporciona los insumos necesarios, y muy pronto los artistas empezarán a pintar sobre el muro… si no han comenzado aun. Dustin Muñoz, artista magistral teórico y práctico en esta categoría exigente, va a asegurar la supervisión del proceso de realización.
¡Otra iniciativa bienvenida! Nos sabemos si, entusiasmados por la experiencia, nuevos muralistas dominicanos surgirán de este concurso ejemplar. Ahora bien, aquel muro es increíblemente extenso, y por tanto invita a que se convoque una segunda edición.

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