Un conmovedor y oportuno regalo

Un conmovedor y oportuno regalo

POR JACINTO GIMBERNARD PELLERANO
No es para menos. ¡Cuánto es nuestro regocijo por la espléndida victoria de Félix Sánchez en Atenas! Nacido en Nueva York, este hijo de dominicanos tiene y mantiene, guarda y conserva, la flama ardiente de una dominicanidad a toda prueba. ¡La Patria! Simón Bolívar le escribía en una carta al General Santacruz: «Primero está el sueldo nativo que nada: él ha formado con sus elementos nuestro ser, y nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país. Y la República Dominicana es el país de Sánchez.

Si bien es impresionante el amor que por su patria sienten los dominicanos residentes en el extranjero, en el caso de Félix Sánchez, nacido y criado bajo la enorme capacidad de absorción estadounidense, cuya fuerza apropiatoria se incrementa de manera extraordinaria cuando se trata de personas valiosas, en este caso -repito- se trata de alguien que estuvo físicamente alejado de la tierra de sus padres, del suelo paterno -que tal es la significación de Patria- y sin embargo lleva en el pecho, como una hoguera maravillosa, un amor incandescente.

El portentoso atleta nos regala, sobre su medalla de oro olímpica, un conmovedor ejemplo de disciplina, esfuerzo y patriotismo. No podía ser más oportuno el momento, porque se trata de los tres elementos que requiere la República Dominicana, en grandes dosis, para levantarse del derrumbe ocasionado por el enloquecido manejo que de la Nación hizo el pasado gobierno.

Tengo gran fe en el porvenir del país, sufriente de tantas desventuras. Cuando no ha tenido que soportar el torbellino del caos, de las revoluciones incesantes promovidas y sustentadas por ambiciones personales, ha caído en dictaduras cada vez más férreas, como especialmente en el caso de la que estableció Trujillo, quien implantó una disciplina cívica basada en la obediencia aterrorizada. Nunca se ha educado hacia la disciplina, el esfuerzo honesto y el respetuoso amor a la Patria. Creo sentir los aires de un cambio. Este segundo mandato del Presidente Fernández apunta hacia rutas nuevas, correctivas de viejos males graníticamente establecidos, los cuales requieren de formidable valor para lograr su erradicación o disminución notable. Considero que el doctor Fernández posee el equipo necesario para labor tan ímproba, o sea, tan excesiva y continuada.

La experiencia de su primera administración, más los cuatro años estudiando situaciones fuera del poder representan una escuela fenomenal, especialmente en un hombre de sus condiciones. Capacitado, ponderativo y valiente.

Félix Sánchez le hace un gran y oportuno regalo a su Patria, porque es precisamente el momento de iniciar una veloz y controlada carrera saltando vallas centenarias.

¡Gracias, atleta, que Dios te guarde!

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