Un contacto directo con la naturaleza

Un contacto directo con la naturaleza

POR MIRFAK ROWLAND
El hombre, en su afán de descubrir, apreciar y disfrutar los atractivos culturales y naturales que le rodean, ha creado una manera diferente de explorarlos, y ya no se limita sólo a visitar playas, hoteles de lujo y centros turísticos, ahora quiere entrar en contacto directo con su hábitat, ya sea escalando montañas, adentrándose en las selvas o practicando la caza, la pesca o la cacería.

Por tal razón es que ha surgido una nueva práctica alternativa denominada Ecoturismo,  considerada por algunos ecologistas como «el turismo que se practica cuando el hombre escoge como destino los entornos naturales donde se desenvuelve».

Según el especialista en Ecología Héctor Cevallos Lascurain, «el ecoturismo, como término ecológico, consiste en visitar áreas naturales sin molestar, con la finalidad de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturales y culturales (paisaje, flora y fauna silvestres) de dichas áreas, así como cualquier manifestación cultural (del presente y del pasado) que pueda encontrarse ahí, a través de un proceso que promueva la conservación y que propicie un involucramiento activo y socioeconómicamente benéfico de las poblaciones».

Mientras que la investigadora alemana Birgit Steck planteó que «a diferencia del turismo orientado hacia el descubrimiento de las bellezas y monumentos naturales, el ecoturismo o turismo ecológico promueve enfoques de desarrollo sostenibles, desde el punto de vista sociocultural y socioeconómico orientados hacia la preservación de los recursos, en el sentido de protección a través del aprovechamiento».

Este tipo de turismo, según las conclusiones de algunos especialistas, es aquel que practican los ecólogos en observación y defensa del entorno, del hábitat, de la ecología, para que, además de disfrutarlo, puedan también enseñar a quienes también lo practican a sentirse en un ambiente natural alejado de la población, de la destrucción, de la depredación, de la sequía, de la tala, y sembrando en la conciencia de quien no es ecólogo, cariño y respeto por la naturaleza.

Estos ecologistas también agregaron que el ecoturismo se ha convertido en un fenómeno de gran trascendencia y se practica de diferentes maneras y en diferentes sitios. Para realizar este tipo de turismo, catalogado también como «Turismo de aventura», se utilizan los bosques, las selvas, los lagos, los ríos, las montañas, los desiertos. En éstos se desarrollan una infinidad de actividades como la pesca, los zafaris, la cacería, la tala, la toma de fotos, la recolección de la flora, estudios de investigación y un sin fin de acciones incontroladas que destruyen diferentes ecosistemas y crean desigualdades geológicas.

Además plantearon que, en vista de estas condiciones, es necesario entender que el ecoturismo sano es el que logra establecer un nivel de compensación entre el disfrute de la naturaleza y la obtención de recursos naturales para usos industriales o alimentarios, pues la conservación de la biodiversidad es condición sine qua non para el bienestar y vivencia del ser humano y de otras especies.

En muchas partes del mundo se practica el ecoturismo, sea el caso de Estados Unidos, Canadá y Costa Rica por sus diferentes climas y gran cantidad de animales y vegetación. Argentina por su variada pesca, en el África por sus zonas selváticas para los zafaris, las zonas del mediterráneo y muchas otras zonas del mundo. El Caribe es también foco de atención para esta práctica, tal es el caso de la República Dominicana, que posee sistemas montañosos e importantes zonas aptas para la realización del mismo.

Y, a pesar de que es una práctica que proporciona inigualables experiencias, algunos ecologistas sostienen  que es necesario que se legisle, se controle y se coordine el funcionamiento del Ecoturismo para que no se convierta en desastroso y negativo lo que puede ser beneficioso para el ambiente, para el turista, para el habitante del destino escogido, para la economía regional o nacional, para el promotor turístico y para el empresario industrial.

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