La economía avanza a velocidad de crucero no obstante la debilidad de las exportaciones. El Banco Central informó que Interanualcreció 6.4%en mayo y6.6% enenero-mayo, gracias al tirón del consumo y la inversión, demostrando que sin préstamos no hay paraíso, aumentaron a una tasa interanual de 13.6%.
El ritmo del PIB supera dos veces lo esperado (3.1%) para la economía global y casi cuatro veces lo proyectado (1.7%) para América Latina en 2018. El país está en la cima del crecimiento regional y se mantiene muy atractivo para las inversiones internacionales, no obstante el aumento del petróleo y las alzas de los tipos de interés en Estados Unidosque en la Región amenaza con revertir los flujos de capital.
Las estadísticas indican que el elevado crecimiento no se hizo acompañar dedesviaciones. El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó 0.34% en mayo en relación al mes anterior,elevando en 0.42% su tasa interanual, hasta 4.47%,es decir, dentro del rango-meta. Con devaluación acumulada del peso de 2.35%, medida de diciembre 2017 al 29 de junio 2018.
Mirando la composición del crecimiento, su estructura, que es la de los últimos años, no es la ideal,con el sector externo restando en lugar de sumar, por las exportaciones que crecen menos que las compras externas.Las exportaciones totales crecieron 8% y 7.5% las nacionales, pero las importaciones totales aumentaron 10% y 12.1% las nacionales, en el primer trimestre 2018.
Se pueden poner otros ejemplos, todos mostrando lo mismo, las exportaciones nacionales como punto negativo, aumentan menos que las importaciones, no obstanteel crecimiento de la economía y el comercio mundial.Debieron ser losmayores impulsores del PIB, no lo fueron por lo poco competitivo que somos,debilidadquereconocemos perono hemos sabido enfrentar con unaefectiva estrategia de política económica.
Es necesario tener presente que se agotó el viento de cola de combustibles baratos, en economías importadoras netas de energía como la nuestra,empujo el consumo, la inversión y el PIB,desde mediados 2014 hasta enero 2016, cuando comenzó a subir. Adicional pagamos US$1.89 por barril de gasolina, gasoil y otros derivados importados, encareciendo la factura petrolera enUS$29.4 millonesen el primer trimestre 2018 comparado con los mismos meses 2017.
Sin duda, el mayor desafío de nuestra economía es enfrentar al mismo tiempo combustibles caros, el final de un largo ciclo de préstamos baratos, apreciación del dólar y la creciente incertidumbre provocada por Trump con las subidas arancelarias.
La buena noticia es que la inflación no es un riesgo, está controlada, lo demuestran las estadísticas comentadasanteriormente y la decisión del Banco Central del pasado viernes,mantuvo sin cambio su tasa de política monetaria, una decisiónacertada y prudente, demostrandoque no se precipita, sabe que la subida de los tipos de interéspuede castigar a familias y empresasmuy endeudadas,y convertirse en algo así como una trampa de deuda.
Finalizo con este comentario, la economía creció mucho con buena política monetaria y una política fiscal que,en lugar de faltante, registro superávit de 0.2% del PIB. La enseñanza es que, contrario a lo que dicen algunos, para aumentar el PIB y el empleo no se necesitandéficits del presupuesto.