Un cuento de Navidad emociona
a los argentinos

Un cuento de Navidad emociona <BR>a los argentinos

BUENOS AIRES, EFE.- Una niña a quienes sus padres dejaron en un autobús de transporte público con la orden de no volver a su casa «nunca más» es una de las dos protagonistas de un «cuento de Navidad» real que ha emocionado a miles de argentinos.

Antonia, de once años, pasó finalmente una Nochebuena feliz en casa de una abogada y socióloga que hasta el último momento libró una batalla sin tregua contra la burocracia para que se produjera ese «milagro».

«Antonia necesitaba una madre; yo buscaba un hijo, y cuando nos encontramos quisimos creer que era posible un milagro de Navidad», escribió Bichachi hace poco más de 24 horas, sin saber todavía que ambas tenían razón en pensar así.

Un juez de la localidad de Esquina, de donde procede la familia biológica de la niña, escuchó a última hora los desesperados llamamientos de Diana Bichachi y autorizó la salida de Antonia de la institución en que se encuentra desde que fue abandonada para pasar la Navidad con quien quiere ser su madre para siempre. «Quedan horas para Navidad y yo, que todavía creo en los milagros, les pido que me ayuden, para llegar al corazón del doctor Roberto Esquenon, del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, de Esquina, provincia de Corrientes, para que autorice que Antonia pueda pasar la Navidad con una familia que la quiere».

Con estas conmovedoras palabras se dirigió Bichachi a los argentinos en una carta publicada el viernes, en La Nación.

Además de la carta que apareció en el diario, Bichachi habló el viernes por radio y por último apareció a la hora en que los argentinos se preparaban para la cena de Nochebuena en uno de programas televisivos de más audiencia, para hacer un último intento de convencer a Esquenon.

Antes había hecho una cadena por el correo electrónico para dar a conocer el caso de Antonia, a la que conoció en el orfanato al que fue llevada después de ser abandonada.

 Cuando tenía diez años, Antonia fue subida por su madre a un autobús de línea que iba desde la provincia de Corrientes (noreste del país) hasta la de Entre Ríos, limítrofe con Uruguay, con la orden de «no volver nunca más a la casa».

El conductor del autobús y su ayudante la entregaron a unos gendarmes, quienes la llevaron a un hogar para niños pobres en la ciudad de La Paz, donde no pronunció una palabra en cuatro meses, lo que impidió saber quién era y de dónde venía todo ese tiempo.

Los propios trabajadores del hogar infantil investigaron y averiguaron que los padres de Antonia viven en la localidad correntina de Esquina, pero cuando la justicia los contactó no quisieron saber nada ni hacerse cargo de ella en el futuro y autorizaron que fuera dada en adopción, relató Bichachi en su carta.

Bichachi, que vive con su madre de 81 años, conoció a la niña en el hogar infantil y enseguida entabló con ella una buena relación que la llevó a iniciar en noviembre pasado los trámites para lograr su custodia.

Como el resultado fue infructuoso por la indiferencia de los funcionarios con los que se topó, intentó «por lo menos» que autorizaran a la niña a que pudiera pasar junto a la familia Bichachi su «primera Navidad feliz».

«Los milagros de Navidad existen y que yo pueda hoy pueda abrazar a Antonia es una prueba de eso», concluyó Bichachi, que piensa iniciar ahora los trámites para la adopción definitiva de la niña.

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