Un curioso recorrido por la Casa de Lilís

Un curioso recorrido por la Casa de Lilís

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
La llamada Casa de Lilís, situada en la calle Mercedes, número 204, ocupada en la actualidad por las Academias de la Historia, La Lengua y la Medicina, fue construida a finales del siglo XIX. Posee rasgos afrancesados, aunque muchos de sus elementos estructurales son más antiguos, debido a que fue una edificación colonial ampliamente reconstruida dentro del estilo predominante del período republicano.

La casa fue construida por José María Gautier, ministro del presidente Ulises Heureaux (Lilís), como residencia familiar. La suntuosa mansión despertó sospechas en el dictador, quien con ironía le dijo a éste: “Con que casa presidencial”. A lo que Gautier, consciente de la aviesa intención del comentario, contestó de inmediato: “Para usted señor Presidente”. Y así pasó a manos del dictador Heureaux.

Su fachada tiene una de las galerías más extensas de la Zona Colonial, con balaustres de metal curvilíneos.

Dentro hay un curioso arco grueso de ladrillos incrustados en la parte superior del muro, cuya pared es de mampostería. Éste forma una entrada arqueada y amplia al vestíbulo, por donde se cruza a la galería del primer nivel. Allí hay una arquería que también se repite en el nivel superior, con tres arcos de piedras talladas.

Al fondo hay otra arcada, toda enladrillada con la distinción de que las columnas están en forma octogonal.

En el segundo nivel hay otra galería cuadrada que da la vuelta en todos los costados interiores del edificio, pero los arcos son diferentes, al ser de ladrillos y las columnas de rocas labradas; pero, lo curioso es que de ambos lados sólo tienen la mitad de una pilastra.

El edificio tiene un fondo extenso, que termina en la calle Luperon, con una pared paralela a Las Mercedes, en donde se aprecia una doble puerta de madera, cuyo decorado en metal es único en residencias señoriales de la urbe.

Debido a que el conjunto consiste en dos grandes batientes de madera, y cada uno tiene incrustado dos empotrados rectangulares de hierro colado, cromatizado con un tratamiento protector impermeabilizante, cuyo decorado vaciado en Francia presenta figuras estilizadas de nereidas, dragones, angelotes, elementos florales y en el centro un óvalo con figuras femeninas danzantes que sostiene entre sus manos una pandereta, el cual representa el repertorio propio del siglo XIX.

El pasillo que recorre los cuatro ángulos interiores tiene balaustres de metal galvanizado de barras con varios círculos.

El suelo del patio está cubierto de piedras lisas recortadas y encuadradas, bordeadas por una hilera de ladrillos, donde se aprecia un aljibe convertido ahora en una cisterna.

Sin embargo, detrás de los departamentos que están a la derecha hay una segunda superficie interna, cuyo espacio es más estrecho, donde se aprecia una concavidad bordeada de ladrillos y cubierta con una reja, la cual es la entrada secreta a un túnel subterráneo que utilizaba Lílís para internamente ir a la Fortaleza Ozama.

Asimismo, en el segundo nivel a la derecha, donde se encuentra el departamento que ocupa la Academia de la Historia, hay una pared que en lo alto tiene un abocinado, en cuyo hueco hay un vidrio que sirve para dejar pasar la luz del sol.

Es el único edificio republicano que arriba del costado derecho tiene una escalinata estrecha, que dobla en L para subir al techo, rareza que se observa desde el exterior.

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