Un desafío sin precedentes (y 2)

Un desafío sin precedentes (y 2)

Una concepción equivocada de la inversión. Esta concepción del Estado reduce grandemente los límites para hacer el bien común desde el gobierno, además que reduce substancialmente el resultado positivo de la inversión pública. Con un tercio de lo que cuesta una presa podríamos nivelar con rayos láser la totalidad de las tierras arroceras del país (cerca de un millón de tareas) lo que aumentaría la productividad en más de un 30% y el consumo de agua lo bajaría en más de un 25%, permitiendo de esa manera que los arroceros dominicanos puedan competir con cualquier país del Mundo. Que costaría al gobierno (en un plan conjunto con los empresarios de zona franca) hechar hacia delante una agenda agresiva de construir edificios medianos (dotados de todos los servicios) en zonas deprimidas, esta inversión junto a la implementación de un «salario diferenciado» que permite que el salario esté relacionado al costo de la vida de la zona deprimida y proceder a entregar esos edificios (cuyo único costo que tendrían los empresarios sería el mantenimiento podríamos de esa manera convertir, al igual que China Continental, a nuestro país en una gran zona franca que podría crear (directa e indirectamente) decenas de miles de empleos directos y centenares de miles de empleos indirectos. Con lo que cuesta una gran autovía podríamos construir y mantener 80 politécnicos funcionando a plena capacidad, preparando así nuestra juventud en caso que no pudieran seguir la carrera universitaria, y permitiendo preparar de noche de una manera continuada a nuestros obreros en la tecnología moderna que demanda el feroz proceso de la globalización.

[b]¿TENEMOS SUFICIENTES RECURSOS?[/b]

Para muchos el problema principal del país es la falta de recursos económicos para lograr el desarrollo, para mí (asumiendo que se colecten adecuadamente todos los impuestos) lo fundamental es la eficiencia, el sentido de prioridad, y la creatividad con que esos ingresos , tantos internos como externos, sean utilizados, y que los mismos sean usados con una plena participación de la población en el proceso de decidir la forma como se han de distribuir e invertir estos recursos

[b]LA VERDADERA RIQUEZA[/b]

4. Estoy convencido que la mayor creación de riquezas que una nación tiene es el tiempo libre de que disponen sus ciudadanos cuando tienen un claro sentido de propósitos y de objetivos para aumentar el bienestar social en sus barrios, aldeas y pueblos, especialmente cuando están motivados y movilizados colectivamente.

En una situación así, el crecimiento económico, político y espiritual es enorme y los desafíos por grandes que sean son pequeños.

El mayor peligro que puede tener una Nación: es ser influenciada por quienes se creen poseedores de la verdad absoluta

5. En los últimos dos años y medio, luego de mi salida del gobierno, me he sumergido en un proceso profundo de estudios y de instropección acerca, tanto de mi vida como político, como de mi profesión como economista, la cual inicié hace 43 años. En repetidas ocasiones me he hecho los siguientes cuestionamientos: ¿Cuáles son los requisitos básicos que debe tener un economista o cualquier líder político que quiera dirigir el país?. ¿serían sus estudios académicos?, desde luego que es uno de los requisitos básicos ¿serían sus experiencias y sus vivencias?, por supuesto que lo son ¿serían su capacidad de no sentir requemor de trabajar con otros economistas y otros académicos y políticos que conozcan más que uno en algunos campos?, seguro que sí; ¿sería estar conscientes de los cambios permanentes en el campo de la teoría económica. Este es quizás uno de los requisitos principales de cualquier dirigente que quiera operar como un hombre de estado.

[b]LA TEORÍA DE LA ECONÓMICA CONDUCTUAL[/b]

Los doctores Ackheman y Smith (este último con un doctorado en sicología) hicieron hace 15 años un trabajo de investigación que le llevó varios años finalizar. Utilizaron por primera vez, en las ciencias económicas un sistema de muestreo similar (por su rigurosidad) al utilizado por las grandes firmas farmacéuticas, antes de lograr que le aprueben el F.D.A. (departamento regulador norteamericano de todo lo que tiene que ver con medicinas) una nueva medicina. En este trabajo Ackheman y Smith estudiaron el comportamiento de los inversionistas en diferentes escenarios de crisis. ¿Qué resultados encontraron? Que el inversionista en épocas de crisis, le da un peso inusualmente grande al factor riesgo y a adoptar la posición más conservadora, aún teniendo la posibilidad de grandes ganancias asumiendo un riesgo muy limitado.

Esa es una posición contraria a la que nos enseña la economía clásica. Esa teoría explica el comportamiento aparentemente irracional de miles de dominicanos que tienen actualmente cada uno miles de dólares en cajas fuertes sumando decenas de millones de dólares totalmente fuera de nuestro sistema económico (ó como se dice popularmente «debajo del colchón).

[b]LOS EFECTOS DE LA ASIMETRÍA[/b]

Los efectos que tienen la presencia de Asimetrías (teoría de la cosecha del Dr. Joseph Stiglitz también premio Nóbel) donde se planteó el efecto que tienen las asimetrías en deformar los resultados de la economía clásica, el hecho de que pequeños sectores tengan acceso a informaciones que la mayoría no tienen. Esto es demostrado de una manera clara y contundente por la forma como opera en la República Dominicana el mercado de los dólares. Dos grandes atributos básicos: la humildad y sentido común

Esto requiere de una gran dosis de humildad y de sentido común. ¿Porqué? Porque éste es un mundo en estado tumultoso de cambios y de distorsiones y que como consecuencia, la base de sustentación de la teoría de la economía está cambiando de una manera drástica y permanente.

[b]El concepto lineal de la proyección económica y social.[/b]

He llegado a la conclusión, que quienes somos economistas y dirigentes políticos no debemos usar el «concepto lineal «proyección económica y social», sino un concepto más dinámico, más profundo y más real de como opera en la economía un modelo con variables muy dinámicas y a veces con ciertos niveles de inestabilidad. La mayor parte de los políticos y economistas dominicanos (e incluso una parte importante de los economista y políticos extranjeros) tienden, lo que creo que es algo peligroso, de hacer proyecciones en la base de que por ejemplo se pueden subir los impuestos y las recaudaciones aumentarían linealmente, sin tomar en consideración el efecto colateral negativo que tendría una acción como esa en la demanda real de los consumidores, ni tampoco tomar en consideración como esas medidas, (especialmente en momentos de agudas crisis), pueden incrementar el porcentaje de negocios que entran en el capítulo de las empresas que no le pagan a los bancos ni capital ni intereses.

[b]EL CONCEPTO DINÁMICO DE LA PROYECCIÓN POLÍTICA[/b]

Es fundamental que un presidente o cualquier líder político, y los economistas que le asistan, utilicen en su política económica y social proyecciones sustentadas en modelos con variables dinámicas. Con esta posición se pueden construir modelos monetarios y fiscales, etc. tomando en consideración todos los efectos que inciden en el modelo desde aquellos que son netamente económicos, hasta aquellos que son puramente sociales y políticos que tarde o temprano afectan toda la economía .

Pienso que cualquier, plan y más en situaciones difíciles, está condenado a tener serios problemas si la generalidad de los ciudadanos no están conscientes del porqué de las decisiones, y aún más, cual serían las consecuencias de la inacción.

[b]Ingredientes básicos: la percepción y la sabiduría política del pueblo[/b]

Una nación tiene que tener cuidado de seguir los consejos de los que los ingleses llaman «True Believers» (aquellos que se creen poseedores de la verdad absoluta), sean políticos o sean economistas, que traducen las soluciones en modelos elegantes y ecuaciones macroeconómicas, olvidándose del principal ingrediente: la percepción y la inteligencia colectiva del pueblo como un todo. ¡Cuán caro han pagado tantas naciones, cuanto se ha subestimado la inteligencia, el sentido común, el olfato innato que la población tiene de comprender cuando las soluciones son o no son transparentes, cuando las mismas son o no son justas!

[b]NO DEBE HABER ESPACIO EN NUESTRO PAÍS NI PARA EL PESIMISMO NI PARA LA PASIVIDAD[/b]

Recientemente un entrañable amigo me planteó que se sentía muy pesimista antes la situación del país y que experimentaba un sentido de frustración y de incertidumbre acerca del futuro de la nación y me puso una canción, de la época de sus padres cuyas bellas estrofas expresaban como se sentía:

Adonde irá veloz y fatigada la golondrina que de aquí se va

Es acaso del viento que se hallará extraviada

Buscando abrigo y no lo encontrará

Junto a mi techo le pondré su nido

En donde pueda la estación pasar

También yo estoy en la región perdida

¡Oh cielos santos! y sin poder volar

Oiré tu canto ¡oh tierna golondrina!

Recordaré mi patria y lloraré

A mi amigo le contesté que el rumbo de una nación (como el de una persona) nadie nos lo puede regalar (aunque si nos lo pueden hacer más difícil). Trillar el sendero apropiado nos corresponde colectivamente a todos lo que somos parte de este país, y le expresé mi convencimiento que por cada obstáculo, por grande que fuere, le podría enseñar varias ventajas y fortalezas que teníamos como nación. Le expliqué como cada día me sentía más convencido y orgulloso (como tantas veces lo he expresado) del enorme potencial que tenemos como país y terminé nuestra conversación, expresándole que a mi juicio sólo tendríamos que enfrentar dos grandes escollos ¿cuáles?. 1ro. la dificultad que tiene la clase dirigencial de cualquier país de cambiar su forma de pensar y de actuar cuando esta había funcionado mas o menos bien en el pasado, y terminé señalándole mi absoluto convencimiento que las circunstancias iban a forzar la superación de este escollo, y le dije que, 2do. tendríamos que enfrentar, si la campaña política continúa como hasta ahora, la enorme pérdida que constituirían los últimos 75 días esenciales. ¿Porqué?, porqué los últimos 75 días de una campaña política son esenciales y cruciales ¿porqué?, porqué la mente de los dominicanos está focalizada al máximo en los temas fundamentales que plantean los candidatos, ¿Cómo plantean ellos resolverlos? ¿Qué sacrificio adicional se necesitaría del pueblo? Y ¿Cuándo podría esperarse una recuperación apreciable después de tantos sacrificios?. Hasta el momento, todo lo que se ha escuchado son denuncias, retóricas, intercambios de ataques personales y promesas. La clase política y desde luego el pueblo mismo está perdiendo la mejor oportunidad que una nación democrática tiene, que consiste en oír de sus líderes durante todo el período electoral cual es la concepción de sociedad que esperan establecer si ganan las elecciones, y como enfrentarían los desafíos existentes. Este es el momento cumbre de una nación en democracia, pues es la ocasión que permite alinear al pueblo y a su futuro gobernante para que juntos puedan enfrentar con éxito cualquier crisis que exista en el país no importa su tamaño.

[b]¿QUÉ NECESITAREMOS?[/b]

A) Una nación informada, apoderada y mobilizada

Entender que este es un pueblo verdaderamente inteligente y maduro que estará dispuesto a los mayores sacrificios si se le explica con transparencia que es lo que hay que hacer, cuales serán los sacrificios (y que estos sean compartidos inversamente proporcional, para que sean menos onerosos mientras más pobres sea el ciudadano), y cual será el «mapa de ruta» que les enseñará el tiempo y la dimensión de la mejoría. Estoy

convencido que esta nación, con inmensa capacidad de rebote y de madurez, enfrentará con éxito la presente crisis y cualquiera que se le presente si se combate con transparencia, apoderamiento, y con la creatividad para cambiar el modelo económico y político de América Latina que ya no funciona.

B) Entender que tenemos un reto diferente y que este desafío demanda la creación de una nación de combatientes.

[b]Crear una Nación de Combatientes[/b]

Decía el sabio Lao Tze: «Acumular amor significa suerte, acumular odio significa calamidad. Quien no reconoce los problemas termina dejando la puerta abierta y las crisis surgen». (Donde él dice amor, agregaría: información, apoderamiento y voluntad de acción. Y donde dice odio, añadiría: egoísmo, inmovilismo, sentido de exclusión, dialéctica vacía de contenido y posiciones sustentadas en la irracionalidad.

También se atribuye a Lao Tze esta frase: «El combate nada tiene que ver con la pelea». El combatiente es aquel o aquella capaz de tener visión de la totalidad, aquel o aquella que sumerge su visión por debajo de la del colectivo entendiendo que si a la nación le va bien, a él o a ella le irá bien; es aquel o aquella que proyecta y acciona conforme a lo que entiende que debe ocurrir a plazo relativamente largo entendiendo que si eso ocurre, a él o a ella le irá bien a corto y mediano plazo.

El combatiente admite sin sonrojos sus errores y los utiliza solamente como una lección para no volver a repetirlos. El combatiente comprende, sin importar su larga trayectoria de estudio y vivencias, que cada día pueden surgir nuevas informaciones que pueden hacerlo cambiar de opinión, aunque nunca cambian sus principios ni su línea de conducta. El combatiente, en otras palabras, sabe que si a la nación le va bien, a él le irá bien, no importa las circunstancias, ni quienes la dirijan.

En cambio, el peleador le rinde culto al individualismo, reacciona ante hechos intranscendentes, recibe confort por el ajuste de cuentas, interpreta su rol en la sociedad con el sentido de «sálvese quien pueda». El peleador nunca admite sus errores, pues lo considera un signo de debilidad. Se cree poseedor de la verdad o simple y llanamente ésta no le interesa porque carece de un compás interior.

La diferencia entre las naciones que prosperan y las que no, en estos tiempos de cambios tumultosos y continuos, es muy sencilla: esta depende exclusivamente de que sus ciudadanos tengan o no la visión, la voluntad y la capacidad de acción para convertir la nación en un país que sea preponderantemente de combatientes y no en un país, como ocurre en el presente en la República Dominicana, donde abundan los peleadores. La magnitud de los desafíos económicos, sociales y políticos, y la ferocidad de los cambios actuales que vienen de fuera hacen aún mucho más imperativo que convirtamos a la República Dominicana en una nación de combatientes.

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