POR DAVID ANTONIO PÉREZ REYES
La sociedad dominicana posee un alto grado de insatisfacción de las necesidades básicas, tales como: alimentación, salud, educación, desempleo, etc.; esto así a causa del modelo socioeconómico implementado por el gobierno central, basado en una economía de servicios, como son: turismo, remesas, zonas francas y otras. Descuidando en gran medida un sector sumamente importante para nuestra economía, como es el sector agropecuario.

Los países desarrollados, tanto en América como en Europa, hacen grandes inversiones en el sector agropecuario reconociendo así que éste ha servido de base a grandes exportaciones de sus productos agrícolas a otros países, para fortalecer sus economías locales; sin embargo en República Dominicana las autoridades se han olvidado del rol que jugó la agropecuaria en nuestra economía hasta hace muy poco tiempo.

Los gobiernos encabezados por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Leonel Fernández han dejado al sector agropecuario a su suerte, al concentrar su política macroeconómica exclusivamente a los sectores urbanos; esto provoca una gran inmigración de ciudadanos campesinos a las ciudades y el descenso de la producción de productos agropecuarios.

Sin embargo el estado no está preparado para concentrar la gran mayoría de dominicanos en los sitios urbanos, como se han estado acumulando en últimas décadas.

La política antiexportadora del gobierno sobre los productos agrícolas dominicanos han provocado las grandes importaciones de productos para suplir las demandas internas, llevando a la quiebra a varios empresarios productores agropecuarios y al mismo tiempo creando un alto nivel de desempleo en las zonas rurales.

En el país se habla de un crecimiento económico, sin embargo entendemos que si queremos implementar un modelo de desarrollo económico tenemos que tomar en cuenta muy seriamente al sector agropecuario.

Debemos estar convencido de que el camino obligado para desarrollar nuestro país y enfrentar la pobreza, es el de incrementar la producción en sentido general y lograr una adecuada distribución del ingreso; en ese sentido el sector agropecuario juega un papel preponderante. Si se desarrolla la agropecuaria, conseguimos:

– producir los alimentos básicos para la población a precios bajos

– producir divisas, mediante la producción de productos agropecuarios para la exportación

– Generar empleos no solo en zonas rurales sino hasta en la ciudad a través del dinamismo en economismo colateral, produciendo materia prima para la industria.

– Demanda de bienes y servicios de otros sectores de la economía y la justa distribución de los ingresos para un verdadero desarrollo económico sostenido.

Cuando se protege al sector agropecuario estamos protegiendo al medio ambiente, a los recursos naturales y contribuimos a disminuir las migraciones rurales.

Nuestro país está abocado a la comercialización de nuestros productos con otros mercados de países más desarrollados que el nuestro. Ahora bien debemos disponer de una producción agropecuaria que sea competitiva con esos países.

En el DR-CAFTA los precios los determinará el mercado internacional, tanto a nivel local como externo. Para lograr tener una producción competitiva con otros mercados, debemos disminuir los costos de producción de nuestros productos agropecuarios, pero esto no puede ser posible sin que antes no haya una integración del gobierno con todo el sector agropecuario para la modernización de la agropecuaria nacional, implementando estrategias adecuadas y tecnologías avanzadas para el desarrollo y actualización de dicho sector.

Este apoyo decidido del gobierno debe ser en función de la implementación de políticas agropecuarias que contribuyan a disminuir los costos de producción y que sirva de protección de los pequeños y medianos productores agrícolas así como tomar otras medidas en las cuales se benefician tanto los productores, como los consumidores y a su vez el país; entre ellas:

1) El manejo adecuado de los déficits y excedentes de productos agrícolas ya que muchas veces se presentan sobre ofertas de productos básicos en algunos meses del año que deprimen los precios, a tal punto, que se colocan por debajo de sus costos de producción.

De la misma manera se presentan déficit de los mismos productos en algunos meses del año, requiriendo la importación inmediata para suplir la demanda de los mismos, todo esto a causa de la falta de una política definida por el gobierno para el sector agropecuario.

2) Realizar una resonificación de los cultivos a nivel nacional (mapas agrícolas) de manera que en cada área se produzcan los cultivos más adecuados a sus características agrotecnológicas y así tendremos una producción rentable competitiva.

3) El estado dominicano debe establecer programas de financiamientos pignorativos a tasa de intereses bajos que permitan manejar los déficits y los excedentes de los productos agropecuarios, entre otras cosas se hace necesario la legalización de los terrenos ya que las mayorías de los pequeños y medianos productores no constan de la documentación ni garantías requeridas para acceder al crédito. Este plan de titulación de terrenos a nivel nacional y la sonificación de los cultivos, convertirá al sector en más competitivo a través de sus logros e inversiones hechas a sus productos agropecuarios.

La agropecuaria nacional debe ser sustentada en políticas de comercialización claras y definidas que garanticen precios justos y márgenes de beneficios para los productores.

En ese sentido; proponemos algunas políticas pertinentes para la comercialización de sus productos agrícolas, basadas en programas esenciales tales como:

1) Sistema nacional de mercado mayoristas.

2) La creación de centros de manejo y empaque en las zonas de producción.

3) La instalación de terminales de productos dominicanos en países muy frecuentados por dominicanos.