No sé si a ustedes les pasó, pero hasta hace poco celebraba con alegría el día de San Valentín: llevábamos notas, chocolates y muchos corazones a donde quiera que íbamos. Este próximo 14 de febrero quiero que mis amigos sepan cuán especiales son para mí, y te invito a compartir conmigo alguna de estas ideas para hacer mucho con poco de todo corazón.
Para los más chicos: hagamos unos corazones de papel y simplemente grapémoslos; podemos incluir un mensaje impreso o permitir que nuestros niños incluyan el dibujo que quieran, luego los rellenamos de dulces y ¡a compartir!
Para las más grandecitas: ¿por qué no tomar un pedazo de cartón, cubrirlo con papel decorativo y hacer un portapapeles autoadhesivo? Tus amigas estarán felices de tener uno de éstos en su escritorio. Puedes también atarle con doble nudo un tira de cinta de aproximadamente 7 pulgadas de largo a diferentes clips de colores y regalarlo como un divertido marcador de páginas.
Puedes tomar piedras lisas y con una pistola de silicona dibujar formas de corazón y cubrir con escarcha o pintar con acrílico del color de tu preferencia. Se pueden utilizar como pisapapeles o con un imán en el reverso para pegar notas en la nevera.
Puedes reciclar sobres viejos cortando las esquinas en forma de corazón, doblas las esquinas y al triángulo que formas le das forma circular: tendrás un innovador marca página, que puedes personalizar dependiendo de a quién se lo regalarás.
Para todos en la casa: sorprendamos a nuestra familia con un desayuno lleno de amor. Puede que nos tome unos minutos más, pero nuestros seres queridos saldrán a celebrar un día del amor y la amistad recargados de alegría y felicidad. Hay mil formas de agregar un corazón a nuestro menú diario y darle un giro a nuestra mesa en esa ocasión tan especial.