Un día de Reyes inolvidable

Un día de Reyes inolvidable

GABRIEL R. ROEDAN HERNÁNDEZ
El pasado 6 de enero, día de los Santos Reyes, la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández tiñó de verde-esperanza las gradas del palacio de los deportes al cubrir a miles de niños pobres con camisetas de ese color. Doña Margarita inició este año una nueva forma de distribución de juguetes a los niños marginados del país. Atrás quedaron las largas filas en las aceras de las calles, a merced del sol o la lluvia, y los empujones, incomodidad y atropellos de otros tiempos.

Los niños fueron acomodados dentro del estadio de una manera organizada, cordial y respetuosa. A la entrada, como merienda cada niño recibió una loncherita repleta de golosinas, un refresco y un ‘hot-dog’, para disfrutar durante el magnifico y bello espectáculo infantil que les fue ofrecido, además de los juguetes.

La alegría de los niños fue desbordante; parecía que las mismas paredes del estadio se estremecían de emoción pues jamás habían albergado tanta ternura y tanta belleza. Esa misma emoción nublaba los ojos de doña Margarita.

En ese evento, una humilde niña nos dejó un ejemplo conmovedor y moralizante, una lección de honestidad y nobleza:

Entre las golosinas, cada loncherita contenía una manzana. La niña, al descubrir que su loncherita contenía dos manzanas se acercó a una de las eficientes organizadoras que las repartían y le dijo: “Señora creo que se equivocaron, ¡mi lonchera tiene dos manzanas!”… y le devolvió una argumentando que no le correspondía… La señora le devolvió la manzana diciéndole: “Es también tuya, por tu honestidad los reyes te han premiado!”

Esta humilde niña consideró que no debía tomar una manzana que a lo mejor pertenecía a una loncherita sin manzana, para decepción de otro niño… ¡Qué bella lección nos entregó esa niña! ¡Qué inocente y sublime bofetada a todos los corruptos de nuestra sociedad!

Pasará el tiempo, veinte años, Enero del 2025; el palacio de los deportes se tiñe de nuevo de verde-esperanza;  esta vez la portan agradecidos jóvenes ya adultos, quienes aclaman la presencia de una de las más queridas parejas de nuestra historia; esta, ya de edad madura, y tomada de las manos, entre aplausos y vítores sube al escenario… Leonel y Margarita se encuentran de nuevo frente a aquellos cinco mil niños, quienes nunca olvidaron aquel mágico día del seis de enero del 2005.

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