Un día sin crímenes en Nueva York

<STRONG>Un día sin crímenes en Nueva York</STRONG>

BBCMundo. Por primera vez desde que se llevan registros, los habitantes de Nueva York celebran que la ciudad vivió un día entero completamente libre de crímenes violentos.

Algo notable en una urbe que algunos -en su imaginario y con la ayuda de las series de televisión- relacionan con abnegados policías persiguiendo a criminales por callejones oscuros y barrios peligrosos.

Por eso muchos deben haber considerado sorpresivo el anuncio del vocero del Departamento de Policía de Nueva York, Paul Browne, quien recurrió a la estadística para afirmar que el pasado lunes fue el día más pacífico en la historia reciente de una ciudad.

Este día atípico llega al final de un año en el que la tasa de asesinatos de la ciudad está rumbo a alcanzar su punto más bajo desde 1960, según dijo Browne.

Nunca en medio siglo. «Ni una sola puñalada, ni un solo asesinato, tiroteo o incidente declarado de crímenes violentos en un día entero», explica Matt Wells, corresponsal de la BBC en Nueva York.

«Ni una sola puñalada, ni un solo asesinato, tiroteo o incidente declarado de crímenes violentos en un día entero.»

Matt Wells, corresponsal de la BBC en Nueva York

«La Ciudad que Nunca Duerme, nunca -que nadie recuerde- ha vivido algo así».

Wells explica que hace apenas unos meses, los residentes de esta ciudad vivían en lo que un tabloide llamó «un verano sangriento», con un pico de asesinatos en julio.

Sin embargo, ahora los asesinatos bajaron 23% en comparación con el año pasado, lo que representa el punto más bajo en los últimos 50 años.

Algunos expertos dicen que el bajo número de homicidios es inusual para una ciudad como Nueva York, de ocho millones de habitantes.

Como punto de comparación presentan a Chicago, que lleva 462 asesinatos este año, a pesar de tener una población de unos 2,7 millones de personas.

Mientras que en Filadelfia, que tiene 1,5 millones de habitantes, ha habido 301 asesinatos en 2012.

Detener y revisar. Para luchar contra los crímenes de su ciudad, un grupo de jóvenes en Nueva York optó por vestirse como superhéroes.

«Pero antes de que los neoyorquinos se relajen demasiado, el vocero de la Policía, Paul Browne, notó que 366 personas han sido asesinadas en 2012 y que las estadísticas generales sugieren un incremento de un 3% en los crímenes», dice nuestro corresponsal.

Pese a la pausa del lunes y a las tendencias que hablan de menos violencia, los mismos datos oficiales indican que los delitos como hurto o robo han crecido hasta en un 9%, un fenómeno que las autoridades atribuyen al arrebato de celulares y otros dispositvos móviles.

Wells explica que algunos expertos han alabado las tácticas agresivas de prevención del Departamento de Policía de Nueva York, de manera particular la política llamada «Stop and Frisk» (Detener y Revisar), que ha permitido descubrir decenas de armas ilegales.

Se trata de un programa según el cual los agentes de policía pueden interrogar y requisar a quienes consideren sospechosos.

Sin embargo, según Wells, los críticos de este programa aseguran que esta política ha llevado a que miles de jóvenes negros y latinos sean detenidos sin causa.

«Cualquiera sea el estado de ese debate, lo cierto es que todos los neoyorquinos estarán esperando más días como el lunes, a medida que se acerca un nuevo año», concluye Wells.

Sin ventanas rotas. Nueva York empezó a revertir su fama de ciudad violenta ya a finales de los años ochenta, con la aplicación de una política policial (también polémica) basada en la llamada teoría de las Ventanas Rotas, que llevó a las autoridades a combatir con dureza incluso los delitos de poca monta.

La teoría sostiene que el raterismo y otras actividades ilícitas menores terminan conduciendo a conductas criminales más graves y por tanto atajarlos es evitar la expansión del crimen y la violencia.

Sin embargo, en la aplicación de esa política de cero tolerancia, algunos acusan a las policía de abusos de autoridad y graves atropellos a los derechos humanos de minorías, sobre todo negros y latinos.

Polémicas aparte, con seguridad la mayoría de los habitantes y visitantes de la llamada Gran Manzana tienen razones para para celebrar que Nueva York ya no sea la capital del crimen y la violencia.

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