Hoy 
En nuestro escrito anterior, titulado: “La constitución progresista, democrática y revolucionaria de 1963”, hicimos la aseveración de que la construcción de una nueva sociedad, asumida en el discurso del Prof. Juan Bosch, en la que preconiza la tradición del liberalismo progresista y revolucionario, buscó materializarse con la Constitución de 1963, a través de la eliminación de los obstáculos que impedían la igualdad entre todos(as) los(as) ciudadanos(as); la erradicación de todo privilegio y límites para los ricos y poderosos; en fin, la lucha en favor de los excluidos, lo que la convierte en la carta magna más progresista, democrática y revolucionaria.
Ahora bien, desde nuestra valoración, lo que la instituyecomo una constitución progresista el texto promulgado por el Prof. Juan Bosch, no son tan solo sus postulados, sino también, las garantías de que en ella se consolida su ideal de que “mientras seamos Gobierno no perecerá la libertad”.
Sin embargo, la libertad, la igualdad y la solidaridad entre todos(as) los(as) dominicanos(as) fue lesionada con el Golpe de Estado al legítimo Presidente Juan Bosch, electo por el voto popular, después haber ejercido tan solo siete (7) meses de gobierno, derrocado el 25 de septiembre de 1963.
Y es que, el Golpe de Estado al Prof. Juan Bosch es marcado como un día sombrío en la historia de nuestro país, y a 55 años de la ruptura del orden constitucional, se vulneró la democracia y se lesionó al pueblo.
Ahora bien, por qué también, resaltamos el espíritu democrático de la constitución de 1963. A pesar de que no fue fruto de un amplio consenso, es evidente que en la Era de Trujillo no se contaba con la figura de los constituyentes, pues, a diferencia de lo que existía en la dictadura, la Asamblea Constituyente de elección popular democrática, la de 1962-1963, en la que resultó electo el Prof. Juan Bosch, escogió, además, la fórmula de que los Diputados electos en esos comicios del 20 de diciembre de 1962 conformarían la Asamblea Revisora de la Constitución, la cual se reuniría tres días después de que fueren proclamados ganadores los diputados electos en los citados comicios. Es por ello que esta coyuntura fortalece el espíritu democrático y de apoyo popular de la referida constitución.
Luego de la fecha en que debían tomar posesión los diputados electos, para el 27 de febrero de 1963, la nueva Constitución tomo varios meses en ser elaborada, siendo finalmente proclamada el 29 de abril de 1963. Resultando ser la constitución más liberal y avanzada del país, quizás demasiado avanzada para los intereses creados de la época y como sabemos, la misma, junto con el gobierno que la prohijó, desapareció con el golpe de estado del mismo año.
Todo esto confirma que digna es la obra histórica del Prof. Juan Bosch, y seguirá siendo el más puro idealismo político, un sueño indescifrable cuyo liderazgo emociona aun a todos(as).
Y por supuesto, en el 55 aniversario del Golpe de Estado al presidente Juan Bosch es pertinente repudiar ese fatídico y aberrante hecho de nuestra historia, que encarnó, posteriormente, en la Revolución de Abril, el reclamo a la vuelta de la constitución de 1963, la cual es, como hemos dicho, la más progresista, democrática y revolucionaria.
