Por dos razones el país no tiene un acuerdo con el FMI; por el reiterado incumplimiento del gobierno de los topes establecidos y porque el Organismo Internacional no está seguro de si es el momento de torcer o no la tuerca. La verdad es que el Presidente Fernández nunca ha entendido que los déficits reiterados en el presupuesto es un verdadero problema para la sociedad, porque aumenta la deuda pública, en algún momento se deberán elevar los impuestos y reducir el gasto de manera radical para pagarla, creando recesión y empeorando la pobreza que ya es muy alta.

Habla muy mal de su gestión pública y debería avergonzar que a pesar de haber manejado ingresos tributarios por RD$1.3 trillones de 2005 a 2010,  alrededor de 3.2 millones de dominicanos todavía se encuentren viviendo por debajo de lo que se conoce como línea de pobreza, pero peor aún, que más de un millón de ellos, los que son pobres en extremo, no tengan la posibilidad de satisfacer mínimamente sus necesidades básicas diarias.

El Presidente Fernández tampoco ha entendido que con el tiempo la economía ha demostrado que es menos ciencia y más de psicología, que su responsabilidad es saber leer a tiempo los mensajes emitidos por los gobernados. Los dominicanos sentimos que no controla la economía, que al tener tanto tiempo en el poder ya perdió la capacidad de escuchar, que por sus viajes alrededor del mundo se ha cogido con plantear tesis sobre la crisis mundial que no son más que afirmaciones sobre las cuales la colectividad científica mundial no tiene consenso. Mientras se entretiene, familias y empresas, principalmente medianas y pequeñas, están al borde de la desesperación, sus reiterados reclamos de cambios en el manejo del presupuesto público no son escuchados.

Con un discurso tardío y cargado de repeticiones el Presidente Fernández perdió una oportunidad que valía oro para ganar credibilidad pública. Habló de gas natural como algo nuevo, olvidando su Decreto No. 264 de mayo del 2007 que se refiere a su uso masivo. Debió anunciar la revisión de los excesivos impuestos que pagan los combustibles, que al gobierno le generan ingresos adicionales por RD$12 mil millones en doce meses por los siguientes conceptos. Por Petrocaribe, se estimaron US$280 millones en el presupuesto de este año, a un precio promedio de US$78 el barril, ahora el financiamiento se programa en US$500 millones, porque el precio de compra promedio se estima en US$91 dólares el barril. Es decir, adicionalmente el gobierno estaría recibiendo RD$8.1 mil millones. Con motivo de la reforma fiscal del 2006 se promulgó la Ley 495-06, que estableció un ad-valorem de 16% sobre el precio de paridad de importación de las gasolinas, gasoil, avtur, kerosene y fuel oil. Por ese concepto aumentaría la recaudación en RD$3.7 miles de millones. Es decir, mientras el gobierno promete reducir el presupuesto de gastos en 12% o en RD$25 mil millones en doce meses, los empresarios y consumidores aportan al fisco RD$12 mil millones adicionales. Lo del sector privado es real mientras está por verse el sacrificio del gobierno, recordemos que ni el FMI le cree.