Un discurso y la percepción de la estupidez

Un discurso y la percepción de la estupidez

Nuestro artículo anterior se refería a cómo los funcionarios del gobierno le hablan a los dominicanos como si fueran estúpidos, con ejemplos dignos de figurar en el libro de récord Guinness.

Pero el discurso del 27 de febrero es una antología que evidencia la absoluta convicción de Leonel Fernández de que los dominicanos son estúpidos al cuadrado.

¿Y qué dijo el Presidente para tratarnos como estúpidos por enésima vez? Veamos:

1. No rindió las memorias del 2011, como lo establece la Constitución y se dedicó a comparar sus ocho años de gobierno con los cuatro de Hipólito Mejía.

2. Sobre el crecimiento de ciertos sectores, mintió reiteradas veces haciendo comparaciones con el 2000-2004, que contradicen las propias cifras que publica el Banco Central de su gobierno, especialmente en lo que respecta a las zonas francas, turismo, agricultura, industria y exportaciones.

3. Sobre el crecimiento del PIB y el bienestar, también mintió y basta comparar el poder adquisitivo de los dominicanos entre el 2002 y el 2011.  

4. Mintió también sobre el empleo y la pobreza, contradiciendo las que publican organismos internacionales.

5. Mintió descaradamente sobre el déficit fiscal, ya que durante el gobierno de Hipólito Mejía hubo superávit mientras que en los últimos cuatro años el déficit acumulado asciende a RD$230,000 millones.

6. Mintió sobre la deuda pública, cuando la recibió en US$9,700 y la ha disparado a US$25,000 millones y la del Banco Central la llevó de RD$89,000 a RD$243,000 millones.

7. Se exacerbó mintiendo sobre la educación y la salud y ni se avergonzó cuando la comparó con el periodo 2000-2004, que estaba mucho mejor que ahora. 

8. Mintió descaradamente sobre el FMI, cuando jamás pudo pasar ninguna de las 14 evaluaciones sin recibir reiteradas dispensas. 

9. Pero también mintió vulgarmente sobre el sistema financiero, apropiándose de las reformas que hizo Hipólito Mejía, mintió sobre el sector eléctrico y mintió sobre el gasto público.

Pero no somos tan estúpidos Señor Presidente. Veamos estas opiniones de reconocidos organismos internacionales:

1. El Foro Económico Mundial, de 142 países, nos ubica en la cima de los gobiernos más corrupto y despilfarradores del mundo. Entre los 11 países con el peor sistema eléctrico, entre los tres países con la peor calidad en educación y somos líderes en la falta de transparencia institucional. Estos y otros 80 indicadores estaban muchísimo mejor hace 10 años, cuando ocupábamos la posición 62 en el índice de competitividad y ahora estamos en la 110.

2. Según el PNUD, somos después de Argentina, el país que reporta más robos por cada 100 mil habitantes.

3. Para Transparencia Institucional tenemos una corrupción rampante.

4. Pero la CEPAL dice que somos el país con la mayor tasa de desempleo abierto en toda América Latina.

5. Según el Instituto Internacional de Políticas Alimentarias, somos con Haití, Bolivia y Guatemala, los que registraron mayores niveles de hambre en el 2011.

6. Dice la OIT que somos, después de Bolivia y Honduras, el país con mayor pobreza de la región.

7. Small Arms Service nos ubica entre los países con mayor tasa de feminicidios del mundo.

8. International Budget Partnership nos ubica, junto a Bolivia y Honduras, como los países menos transparentes en el manejo presupuestario.

9. Y Latinobarómetro 2011 nos ubica entre los tres países de la región con más pobreza, desempleo, corrupción, clientelismo, delincuencia y desigualdad en el ingreso.

Y usted Señor Presidente, ocupa el primer lugar del mundo en la categoría de los farsantes y la distinción de ser el peor evaluado de Latinoamérica y del Caribe.

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