Río de Janeiro. El documental “Amores santos”, que incluirá escenas de decenas de religiosos practicando sexo virtual con un actor, se propone denunciar la doble moral de las religiones que condenan la homosexualidad pero cuyos sacerdotes y pastores la practican a puerta cerrada, informó hoy su director.
“Nuestra intención es mostrar la hipocresía de religiosos que, sin importar su credo, hacen a escondidas lo que condenan en público desde los púlpitos”, afirmó en una entrevista con Efe el periodista brasileño, ambientalista y director de documentales Dener Giovanini, productor y director de “Amores santos».
El documental, que comenzó a ser producido en noviembre del año pasado y será lanzado a comienzos de 2016, tendrá formato de largometraje e imágenes de alta calidad pese a que provienen de las webcam de los religiosos que, sin saber que eran grabados, tenían “relaciones virtuales” con el actor contratado por los productores.
“Tenemos unas 500 horas de grabaciones de cientos de religiosos católicos, evangélicos, protestantes y anglicanos cuando practicaban sexo virtual frente a su webcam, así como los archivos de sus conversaciones con el actor en las redes sociales”, dijo Giovanini. El director, especializado en documentales y series para televisión de temas ecológicos y que por primera vez aborda un asunto social y religioso, explicó que su intención inicial era denunciar la violencia que sufren los homosexuales por causa del discurso de “odio y homofobia” de la mayoría de las religiones.
“Pero la investigación que hicimos nos permitió percibir que muchos de los religiosos que pregonaban ese discurso también eran homosexuales. Entonces decidimos contratar a un actor y le inventamos un perfil en Facebook para atraer religiosos”, afirmó. Pese a sus datos falsos, el actor llegó a tener tres perfiles en Facebook, con cerca de 5.000 amistades, con los que se aproximaba a los religiosos, a los que tan solo sugería su homosexualidad.
“Fueron seis meses de contactos y tres meses de grabaciones de las webcam. No imaginábamos la cantidad tan grande de religiosos que atraeríamos ni que tendríamos escenas tan fuertes de religiosos usando sus hábitos, algunos en las sacristías”, aseguró. Giovanini agregó que todos los perfiles de quienes le propusieron sexo virtual al actor fueron verificados minuciosamente para descartar los falsos y confirmar que realmente fuesen de religiosos, y que se dio prioridad a los que dejaban clara su condición con fotos en las que aparecían de hábitos, oficiando misas o con fieles. El productor, que usará técnicas para esconder el rostro de los religiosos, borró los perfiles en Facebook para que no puedan ser identificados y adoptó varios cuidados para no exponer a nadie.
“No queremos perjudicar a nadie. Tan solo mostrar la hipocresía de los discursos de religiones que condenan la homosexualidad. No es una película contra las religiones sino para mostrar que existe algo equivocado y peligroso en su discurso”, afirmó el director. El filme seleccionará imágenes de unos 150 religiosos de 30 países, sobre todo brasileños pero también del propio Vaticano.
El director considera que el filme puede provocar gran impacto en la Iglesia católica porque incluye escenas chocantes con obispos, monseñores, religiosos del alto clero, sacerdotes y seminaristas. “Tenemos a varios evangélicos y anglicanos pero principalmente católicos, tal vez porque los sacerdotes católicos, por lo general, viven solos en sus casas y pueden usar libremente internet, mientras que los evangélicos viven con sus esposas e hijos y tienen menos libertades para tener relaciones en internet”, dijo. El documental también incluye testimonios de homosexuales víctimas de persecuciones o agresiones por motivos religiosos, de padres de familia que perdieron sus hijos por esta persecución, así como de seminaristas preocupados por ser homosexuales o que fueron asediados en los seminarios.
También testimonios de especialistas y conocedores del tema, como el teólogo alemán David Berguer, un vaticanista cuyo reconocimiento como homosexual provocó una gran controversia y quien asegura que gran parte del clero del Vaticano es homosexual y que muchos tienen apartamentos en Roma para sus encuentros con hombres. Giovanini dijo que su filme está en la etapa final de montaje y que aún necesita de tres meses para lanzarlo, pero que decidió abrir el juego y presentarlo públicamente para aprovechar el Sínodo sobre la familia que se celebra actualmente en el Vaticano y en el que los obispos discuten temas como la sexualidad.
“Es un aporte que le hacemos al Vaticano para que entienda que primero tiene que preocuparse con lo que ocurre atrás de los muros de la iglesia y con asuntos como el celibato”, afirmó.