Un EEUU “desacoplado” mantiene su agarre en la economía mundial

Un EEUU “desacoplado” mantiene su agarre en la economía mundial

Por John Authers
La sabiduría popular dice que la globalización -los vínculos económicos entre países desarrollados y en desarrollo- está impulsando el desarrollo económico. También sostiene que la economía de Estados Unidos se está “desacoplando” del resto del mundo.

Estos criterios parecen ser incompatibles. Pero las pruebas para la primera proposición son abrumadoras. La globalización se está produciendo y ha cambiado los mercados mundiales. Entonces, ¿cuál es la prueba del desacoplamiento?

Primero, valoremos las cifras del comercio de EEUU. Jo Quinlan, estratega de mercado del Bank of America, demuestra que la porción de EEUU en las importaciones cayó a 14.3% en noviembre del año pasado, el último mes del  que contamos  con datos disponibles. Representa  el nivel más bajo desde diciembre de 1995, y está muy por debajo de su pico de 20% en el 2000, cuando EEUU era el “consumidor de último recurso” del mundo.

Quinlan también refiere las cifras de la Organización Mundial de Comercio que muestran que las importaciones de EEUU crecieron 11% el año pasado. Fue inferior a otras grandes economías desarrolladas (Alemania y el Reino Unido elevaron sus importaciones en 17%) y mucho menos que las tasas de crecimiento del mundo en desarrollo: 20% para China; 25% para India; y 31% para Rusia. De ahí el modelo en el cual EEUU gasta el dinero que no tiene con el fin de comprar productos.

De acuerdo con John Shin, economista de Lehman Brothers, el déficit comercial restó 0.5% del crecimiento económico anual de EEUU entre los 10 años de 1996 a 2005, mientras que añadió la mitad de esa cantidad al crecimiento externo. El año pasado, dice, el impacto del comercio en sl producto interno bruto de EEUU fue esencialmente cero, y para este año, él espera que haga una contribución.

Hay otras pruebas que señalan igualmente un “desacoplamiento”. Ahora paree que la economía de EEUU creció menos de 1% en el primer trimestre. El PIB de Alemania lo superó. Y por supuesto, la economía de China continuó adelante con un crecimiento de 11.1% en los primeros tres meses de 2007.

El dólar ha dado traspiés, alimentando los cambios en el balance comercial mientras cae. Esto ha ayudado a motivar a los inversionistas para que saquen su dinero de EEUU hacia el resto del mundo.

Sin embargo, el desacoplamiento no es tan evidente desde los mercados mundiales. El año pasado, en la medida en que la economía de EEUU ha ido perdiendo espacio, los mercados mundiales han subido casi exactamente en línea con EEUU. La correlación es sorprendente. Utilizando el índice Morgan Stanley Capital Internacional (MSCI), el indicador mundial subió 20.3% durante el año pasado.

El índice para  Europa, Australia y Lejano Oriente, o E index -que abarca los mercados desarrollados del mundo fuera de EEUU- subió 21%, mientras que su índice para América del Norte, subió 19.6%. No parece que haya mucho desacoplamiento ahí.

El MSCI para mercados emergentes subió 25.5% durante ese mismo periodo, pero de nuevo, la correlación es cercana. Los mercados emergentes son ahora una versión más volátil del Standard & Poor´s 500 de EEUU.

Albert Edwards, estratega de inversión de Dresdner Kelinwort, señala que los precios de las materias primas entraron en un mercado a la baja durante el año pasado, a pesar del crecimiento de China.

Y en cuanto a las acciones corrientes, la carrera del año pasado estuvo motivada por los ingresos (que de manera creciente parten de compañías multinacionales sujetas a muchas economías diferentes). Durante los últimos 10 años, ha habido un patrón claro de optimismo sobre las ganancias por acción en EEUU para liderar a otros mercados desarrollados, además de los mercados emergentes.

“A pesar de la retórica del descoplamiento, parecer ser más un suceso económico que un suceso del mercado. El ciclo de ganancias de las acciones globales y los mercados materias primas no parecen poder desacoplarse de los problemas en EEUU”, dice Edwards.

Hasta en términos económicos, “desacoplamiento” es un concepto difícil de digerir. El resto del mundo no se está ocultando detrás de barreras proteccionistas -la interdependencia económica es más  alta ahora que nunca. ¿Cuáles son las nuevas fuentes de crecimiento, y qué responde por lo que le está faltando ahora a EEUU?

Andrew Milligan, jefe de inversiones de Standard Life en Edimburgo, sugiere que los mercados mundiales se están “re-equilibrando” -no “desacoplando”- alrededor de dos columnas: China y los petrodólares. El crecimiento de China es predominantemente sobre inversión en su infraestructura interna. La riqueza generada por precios más altos para el petróleo está yendo principalmente a aquellos gobiernos que tienden a controlar las reservas petroleras del mundo. Su gasto ayuda a explicar la fuerza de muchos mercados fuera de EEUU, dice Milligan.

O quizás debamos mirar al mercado de propiedades. EEUU tuvo una burbuja inmobiliaria durante varios años. Partes de la zona del euro siguen experimentando una. Meter Hooper y Tornsten Slok, del Deustche Bank, señalan que la desaceleración en la vivienda tiene lugar cuando las casas no se pueden comprar. Entonces, las condiciones monetarias se ajustan. Y eso es lo que ha ocurrido en EEUU.

Las propiedades en el Reino Unido, y en lugares como España e Irlanda parecen estar más caras que en EEUU. Los bancos centrales europeos están ajustando las tasas. El estallido en la vivienda en EEUU ha borrado al menos un punto porcentual de su tasa de crecimiento económico anual.

Lejos de desacoplarse de la de EEUU, la economía de Europa puede que esté simplemente esperando que su mercado de propiedades siga los pasos de su colega transatlántico, hasta una baja.

VERSION AL ESPAÑOL IVAN PEREZ CARRION

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