Un ejemplo a seguir

Un ejemplo a seguir

Fue exactamente hace dos años, en la tarde del viernes 4 de mayo de 2007, cuando los esposos Sumaya Elisa Lalane Acosta y Julio Andújar Scheker me mostraron una bolsa plástica de mucho volumen y relativamente poco peso. Sumaya tomó la palabra y dijo: “Hamlet Hermann: estas son cosas que mi Papá escribió. Dime tú qué podemos hacer con ellas.”

Empezamos entonces a manosear los papeles y a tratar de entender la grafía de Eberto Geordano Lalane José, Papilo para los familiares y amigos íntimos, El Fiero para sus compañeros de guerrilla y Papá para Sumaya Elisa. En esos momentos, bastaba con leer los encabezados de algunos párrafos para ubicar los documentos en tema y en tiempo. Sorprendidos quedamos por la abundancia y la calidad de cartas, ensayos económicos y análisis políticos.

Tres meses después, completadas ya las transcripciones de los documentos, convoqué a Sumaya Elisa y Federico, hija y hermano, respectivamente, de Eberto Lalane José. Me comprometí entonces a escribir una obra en la que intentaría describir algunos de los aspectos más sobresalientes de la intensa vida del compañero.

Trataría de hacer el recuento de aquel ser extraordinario, ejemplo de tenacidad, valor e inteligencia para la juventud dominicana comprometida con la lucha por la liberación de los pueblos. Un volumen veraz y apasionado en el que se establecieran las responsabilidades en torno a tanto esfuerzo patriótico frustrado durante muchas décadas. Incluiría la narración de episodios nunca antes contados para dar a conocer en profundidad aquel proceso de liberación que encabezara el presidente Francisco Caamaño Deñó.

Un libro que definiera el contexto social y político en que se desarrollaron los principales acontecimientos en los grupos revolucionarios de República Dominicana, Cuba, Estados Unidos y Europa, entre 1963 y 1973. De esta manera, el pueblo comprendería mejor por qué se tomaron algunas decisiones, así como por qué no se adoptaron otras. Un compendio histórico que describiera con franqueza situaciones conflictivas sobre las que los participantes de uno y otro bando pudieran aprovechar la oportunidad para aportar datos contradictorios o responsabilizarse por lo que en esta obra se recoge.

Figuraría de manera destacada en este ensayo biográfico el episodio en que el ex presidente Caamaño Deñó entregó su vida en el afán de salvar la integridad de El Fiero cuando este fuera herido de gravedad en la emboscada del 16 de febrero de 1973. Esa acción la hemos interpretado siempre como si entre Francis Caamaño y Eberto Lalane se hubiera suscrito un acuerdo de fraternidad indisoluble, de triunfar o morir uno al lado del otro.

Ahora en abril de 2009 “El Fiero; Eberto Lalane José” acaba de recibir el premio E. León Jiménes, el más alto galardón de la Feria Internacional del Libro. Esta premiación contribuye a reforzar la vigencia de los valores patrióticos y revolucionarios en la juventud dominicana. Estimula la lectura sobre un ser extraordinario que sirve de ejemplo de tenacidad, valor e inteligencia para aquellos comprometidos con la lucha por la liberación definitiva de los pueblos. Reconoce a una persona que nunca claudicó y que fue fiel en todos los sentidos a sus principios y a los compromisos contraídos con la tierra que le vio nacer. Contribuye asimismo a que los jóvenes de ahora refuercen sus esperanzas de mejoría para la sociedad dominicana que se caracteriza por ubicarse en el penúltimo lugar mundial cuando se mide cualquiera de sus desempeños sociales o económicos.

La premiación a “El Fiero” y la evaluación positiva de otras magníficas obras que compitieron por el galardón de la Feria Internacional del Libro muestran que la conciencia de gran parte de la intelectualidad dominicana está en condiciones de resistir las manipulaciones históricas que tratan de maquillar el trujillismo y el balaguerismo. Con esta demostración de independencia intelectual demostrada por el jurado, se beneficia todo el pueblo que todavía confía en que la verdad nos hará libres.

¡Cuánto hubieran disfrutado Federico Lalane Demorizi y Elisa José de Lalane de haber tenido la oportunidad de ser parte de este reconocimiento a su hijo menor! Quizás les habría mitigado parte de la pena provocada por haber perdido a Papilo a tan temprana edad, aunque fuera en cumplimiento de un deber patriótico.

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