El estadio de La Normal, símbolo de la historia del béisbol dominicano, se encuentra en un estado de abandono “total” y el nivel de deterioro que presenta es considerado el más deplorable desde su inauguración, el 24 de agosto de 1946.
“Se puede decir que el deterioro de esta instalación ya tocó fondo”, afirmó Héctor –Tito- Pereyra, presidente de la Federación Dominicana de Béisbol, quien reclama de las autoridades acudir en auxilio del antiguo estadio.
Todas las áreas de la edificación se encuentran en condiciones deplorables, lo mismo que el terreno de juego y los servicios sanitarios.
La gradería está destruida y solo una parte dispone de butacas, que también lucen en mal estado; los baños se encuentran inutilizables y completamente abandonados, no hay agua y el estadio carece de iluminación y sus dugouts no podrían estar en peores condiciones.
“El estadio debe ser sometido a una remodelación total”, insiste el presidente de la Federación de Béisbol, cuyas oficinas funcionan en la edificación desde el 2003. Agregó que “La Normal” tiene muchos años sin ser sometido a un remozamiento adecuado, siendo durante el Gobierno de Salvador Jorge Blanco (1984), cuando se le realizó una pequeña remodelación, pero no a la altura de lo que ameritaba. Pese al avanzado estado de deterioro en que se encuentra, la instalación es sobreutilizada.
Además de servir de sede a la Escuela Nacional de Talentos y de selecciones nacionales, allí hacen vida casi una docena de ligas. Se practica béisbol desde las seis de la mañana hasta cerca de la siete de la noche.
Nombre de Osvaldo Virgil. Dirigentes deportivos que hacen vida en La Normal valoran la iniciativa que procura que el estadio sea designado con el nombre de Osvaldo Virgil, primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas.
Coinciden, sin embargo, en que el proyecto, aprobado en primera lectura en la Cámara de Diputados debió esperar a que la instalación sea rescatada.
“La Normal tiene su historia de ser el primer estadio donde se jugó béisbol profesional, pero en sus condiciones actuales no debería asociarse con el nombre de esa gloria, Osvaldo Virgil, dijo Danilo Aranda.