Un estilo para cada novia

Un estilo para cada novia

EFE. Reportaje

Las pasarelas de moda nupcial echan el cierre con una novia que abandona el estilo “princesa de cuento de hadas” para diversificar su gusto.

El conservador estilo romántico convive este año en armonía con los alegres años veinte, el glamour de los cincuenta y el irreverente estilo glam.

Cada novia es un mundo y para cada una de ellas existe el vestido perfecto. Conscientes de esta realidad, las firmas dan una vuelta de tuerca a las tendencias de temporadas pasadas acortando el largo de la falda, buscando estéticas más contemporáneas y ampliando una paleta de colores que abandona progresivamente el blanco, en busca de empolvados, rosas, verdes y hasta negros.

Barcelona, meca de las bosas. La sobrina del multimillonario indio Lakshmi Mittal eligió el año pasado Barcelona para celebrar una lujosa y fastuosa boda junto a su prometido; un evento que junto con su potente e histórica pasarela nupcial ha convertido a la ciudad en destino de este tipo de celebraciones.

La firma encargada de abrir la pasarela fue la diseñadora Rosa Clará que ofreció piqué con volumen para las convencionales, encajes y tules para las románticas, pedrerías y gasas para las sofisticadas, y siluetas de cóctel para las más atrevidas.

Inspirada en las grandes divas del cine, la diseñadora catalana ha querido llevar al altar la sobriedad de Grace Kelly con vestidos discretos de cuello a la caja; el glamour de Rita Hayworth con faldas con vuelo años cincuenta, y la sensualidad de Marilyn Monroe con las transparencias de encaje, que este año vuelve con fuerza.

Firma Pronovias. El otro “grande” de la pasarela española, cumple este año medio siglo de vida y con este “leitmotiv” ha revisado sus archivos para ofrecer una versátil paleta de opciones a las futuras novias: desde una silueta de pedrería en tono nude con un toque glam, que bien podría desfilar por la alfombra roja, hasta un mullido tul en palabra de honor que rememora la silueta “New Look” de los cincuenta.

La firma Pronovias se atreve con siluetas tan contemporáneas como el vestido de novia camisero -compuesto por camisa y falda de vuelo- o echa su mirada atrás para reinterpretar el estilo “lady”, con diseños confeccionados en ricos y primorosos tejidos de encajes franceses, Chantilly, mikados, crepés, brocados o dupión de seda.

En ambas firmas el encaje coge fuerza gracias a los motivos de flores y vegetales, que construyen en el cuerpo de la novia una maraña nívea, en ocasiones acompañada por cristales, lentejuelas y pedrería. Uno de los motivos más recurrentes son las cascadas de flores, que ascienden esta temporada desde el cuerpo de tela hasta la cabeza en sofisticadas coronas. Un detalle que da a la novia un aire entre Frida Khalo y el hippismo de los sesenta.

Un altar con sabor a Nueva York. Nueva York es el epicentro de la moda del continente americano y los ecos de sus desfiles marcan el ritmo del resto de pasarelas mundiales, también en lo que a moda nupcial se refiere. Oscar de la Renta, Carolina Herrera, Jenny Packham o Zac Posen son solo algunos de los nombres que habitualmente desfilan por las alfombras rojas y también de camino a los altares.

Inspirada en las imágenes de Madame Yevonde -que fotografió a mujeres como si fueran diosas de la mitología griega-, Jenny Packham ha ataviado a sus novias con trajes inspirados en togas ancestrales, un giro de una diseñadora que cuenta con fieles clientas como Kate Middleton o Angelina Jolie.

Siluetas con cinturas de corte imperio, faldas con vuelo como si de una toga se tratara, y detalles en pedrería y encaje vertebran una de las colecciones más particulares de la pasarela neoyorquina. A excepción de algún tono champagne y un diseño en corto, la colección de esta británica afincada en Nueva York ha primado por la elegancia de lo tradicional.

Oscar de la Renta. Aunque para tradicional, uno de los latinos con más poder en lo que a estilo se refiere, Oscar de la Renta propone un catálogo fundamentalmente romántico con vestidos de escote palabra de honor, largo hasta los pies, tul, organza, pedrería y el juego de transparencias del encaje que convierten a cualquier mujer en una auténtica princesita, si ese es su sueño.

Románticas, clásicas, diosas griegas o estrellas de cine de los años treinta: un amplia y variada paleta de siluetas, estilos y vestidos destinados a novias de todo gusto.

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