Un estímulo para la economía

Un estímulo para la economía

La reducción de las tasas de interés decidida por el Banco Central constituye un estímulo necesario para revitalizar la economía del país, en momentos en que la crisis financiera global actúa como un freno que le resta dinamismo. En tiempos como estos, el abaratamiento del dinero sirve para alentar  la inversión y dinamizar el  comercio. En nuestro país, uno de los obstáculos más fuertes en perjuicio de la inversión es el alto costo del dinero y su limitado acceso cuando se trata de financiar renglones de cierto riesgo, como la producción agropecuaria.

La medida del Banco Central es un buen mensaje de comienzo de año y se espera que otras decisiones complementarán la política de liberalización monetaria. Hace poco, el Presidente Leonel Fernández informó su propósito de movilizar la economía por medio de un programa de construcciones. La reducción de las tasas de interés puede tener efectos positivos para ese propósito y para los que desarrolle la iniciativa privada. Se trata de medidas que buscan contrarrestar la desaceleración y la contracción de la economía. En tiempos como estos es necesario estimular el movimiento económico, promoviendo obras y abaratando el dinero para mejorar la capacidad de acceso a las fuentes de financiamiento. Se trata de estímulos importantes en épocas de malos augurios para  economías como la nuestra.

 

Los muertos del Mirador

En este país se ha hecho costumbre que la Policía asuma la dirección de investigaciones de crímenes y que el Ministerio Público parezca ser simple  auxiliar o parte accesoria en ese proceso, cuando debe ser a la inversa. En esas circunstancias se está investigando el caso de cinco personas muertas en el Parque Mirador Sur a manos de policías y bajo el desacreditado argumento  de “intercambio de disparos”.

Insistimos nuevamente en la necesidad de que el Ministerio Público cumpla su deber,  tome las riendas de las investigaciones y  determine el contenido de los expedientes a remitir a la Justicia. Muchos casos de civiles muertos por policías en “intercambios de disparos” se quedan sin investigación y sin pasar por el tamiz de la Justicia. Generalmente solo se conoce la versión de la Policía, cuando lo propio sería un expediente derivado de una investigación judicial a fondo que deje bien claras las circunstancias y responsabilidades.

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