Un excelente retrato

Un excelente retrato

En Neflix tienen un retrato detallado de la República Dominicana filmado en escenarios espléndidos que no pertenecen a nuestro país, aunque los textos, los parlamentos, nos identifican plenamente. Neflix es una productora de películas de alta calidad y series muy bien estructuradas.
Frente al espejo, vemos ampliados los errores, las maldades, los engaños, las trapisondas, las complicidades, los rostros de farsantes que aparentan seriedad.
Quienes participan de la tragedia, que sólo es una comedia de mal gusto, defienden lo indefendible, actúan como si las fortunas acumuladas al amparo de las ilegalidades de toda suerte, deben ser disfrutadas con el respeto que merece quien tiene fortuna bien habida.
El entramado, tejido cuidadosamente, muestra una asociación que constituye una nueva forma de gobernar, una forma paralela, en la cual el mundo se ve desde una perspectiva diferente.
Se actúa a la sombra, de cara al sol, aunque parezca imposible y contraproducente. Se logra colocar el mundo al revés y se intenta, y a veces se logra, convencer a la gente de que lo indebido es oro de buena ley.
En el entramado participan toda suerte de personas, de distintos estratos sociales, gente que tiene como meta, como norte, como objetivo y propósito obtener fortuna a cualquier precio, en cualquier lugar, cometiendo delitos a diestra y siniestra bajo el amparo de mecanismos que le permiten actuar al margen de la ley sin ser perseguidos, sin ser castigados.
Es la construcción de un mundo paralelo en el cual se vive bajo leyes no escritas cuyas sanciones son más estrictas pues, en muchas ocasiones, conllevan la pérdida de la vida.
Se trata de un retrato, de una radiografía que muestra y demuestra cómo se maquina para lograr fortuna pisoteando honras, sin que haya límites para la ambición que se desboca y entiende que todo está bien y que lo correcto es lo ilegal, que lo correcto es lo indebido, que no hay ni límites ni puertas que no se puedan atravesar.
El retrato muestra y demuestra que se puede vivir bajo un ambiente de ilegalidades con la protección de la ley, bajo una sombrilla que cubre fallas imperdonables con y por la complicidad de quienes tienen que administrar las leyes y sancionar lo indebido.
En la sociedad paralela, actúa todo tipo de persona que persigue objetivos diferentes mediante el uso de los mecanismos que considere válidos, aunque sean injustos, lógicos y lícitos dentro de un nuevo código que, a la larga, permite cualquier acción con tal de que la lluvia de dinero y bienes sea adecuadamente distribuida.
El retrato de República Dominicana al que me refiero, está expuesto en la formidable denuncia contenida en la serie “El Mecanismo” que se desarrolla en Brasil, un relato fílmico sobre la corrupción.

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