Un fantasma recorre la Ciudad Colonial

Un fantasma recorre la Ciudad Colonial

El  fantasma que debió hechizar a la población capitalina de antaño, aún está entre nosotros. Anda rondando la Zona Colonial, la misma  donde castellanos, vascos y andaluces, todos aventureros que llegaron a estas costas persiguiendo sus sueños, quedaron atrapados entre los faroles, las verjas y el empedrado de esta vieja ciudad.

¿Remodelación en la zona colonial… En realidad qué se busca? Puede que la aceptación y el orgullo de los habitantes, puede que atraer turistas; si convenimos sin dudar que los visitantes no vienen a la ciudad precisamente por sus playas,  puede que tenga sentido pensar que el sabor colonial de la parte vieja sea el real atractivo. Pero analicemos, ¿qué anhelan los visitantes? Qué, nosotros mismos? Puede que en el fondo sea el fantasma que impenitente nos persigue, aparece y desaparece persistente dejándonos desazón e incertidumbre.  

En toda la historia el espíritu del fantasma prevaleció por encima de avatares, asaltos e invasiones a la ciudad: Sir Francis Drake en 1586 de la que solo salió después de saquearla a conciencia y recibir los 25 mil ducados que tomó de sus habitantes en concepto de rescate; de la heróica defensa del Conde de Peñalba contra la temida flota de los arrogantes marinos británicos Le Penn y Venables allá por el 1655; también prevaleció sobre el espíritu francés cuando a principios del siglo XIX Toussaint L`Overture consumó el tratado de Basilea y en la Ciudad capital ondeó la bandera de Francia, o en 1822 cuando se izó la haitiana impuesta por Jean Pierre Boyer; o cuando en 1916 los Estados Unidos de Norteamérica invadían la isla con la intención de  cobrarse viejas deudas y (casualidad) para adueñarse de materias primas con qué abastecer a los contendientes que se despedazaban en Europa durante la Primera Guerra Mundial. O finalmente, en 1965 por encima de  barras y estrellas de la misma bandera,  que ondeaba al viento mancillando el honor dominicano.

El fantasma prevaleció a pesar de todo…

Prácticamente desde sus inicios la Ciudad colonial ha sufrido transformaciones.  Gobierno tras gobierno ha tratado de aportar belleza, funcionalidad o simplemente autenticidad a la “La Zona”. Este no iba a ser menos, el presidente Danilo Medina, se propone invertir un millón y medio de dólares (60 millones de pesos) en remodelaciones con el objetivo de  convertir la Ciudad Colonial en un atractivo turístico de primer orden y alcanzar los 10 millones de turistas anuales en las próximas décadas. La iniciativa forma parte de un proyecto auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Es más que presumible que el fantasma sigua ejerciendo sus influencias, y nosotros, como actuales protagonistas de su hechizo aceptemos de buen grado su encantamiento y nuestro destino en pos del espíritu colonial de “La Zona”.  

 Pues que así sea.

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