Un film propone a los mexicanos reírse de «El Infierno» del narcotráfico

Un film propone a los mexicanos reírse de «El Infierno» del narcotráfico

México, (AFP).- La historia de un mexicano que retorna a su país desde Estados Unidos y encuentra a su pueblo natal corroído por los carteles de la droga es el eje de «El Infierno», una película satírica que logra arrancar risas en México, pese a su brutal descripción de la violencia del narcotráfico.

Decapitaciones, mutilaciones y la corrupción de funcionarios, desde policías locales hasta investigadores federales, son el trasfondo del film, lanzado apenas dos semanas antes de que México festeje el bicentenario de su independencia y comience los festejos del centenario de su revolución.

La cinta, que hace gala de humor negro, cuestiona la ofensiva militar del presidente Felipe Calderón contra los narcotraficantes -que ha provocado una violencia que deja más de 28.000 muertos desde 2006- y sugiere que es poco lo que se puede celebrar el 15 de septiembre, cuando México celebrará 200 años del grito de independencia.

«La gran pregunta es: ¿Estamos viendo a dónde nos va a llevar todo esto?», cuestiona el director Luis Estrada, en diálogo con la AFP.

El director es conocido en México por otra película igual de sarcástica y controvertida: «La Ley de Herodes», que ajustaba cuentas con la corrupción política bajo el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México por 70 años hasta 2000. «Mi sorpresa es que diez años después me doy cuenta que estamos mucho peor», dice, «El Infierno» sugiere que la presión del gobierno para conseguir resultados contra el crimen organizado sólo ha generado más corrupción y brutalidad.

El bigotudo protagonista, Benjamín García alias «El Benny», regresa tras pasar 20 años buscando fortuna en Estados Unidos a su pueblo San Miguel Narcángel -una combinación arcángel y narco- y lo encuentra desolado, agobiado por la crisis económica, la erupción de violencia y la corrupción. Al no conseguir dinero para enviar a su familia en Estados Unidos, rapidamente se desliza en el violento mundo de los narcotraficantes y toma gusto por su estilo de vida, especialmente por los grandes lotes de dinero en efectivo.

Ninguno de los problemas del pasado en México «como la desigualdad social, la corrupción, la impunidad, el autoritarismo ha sido resuelto, pero de pronto ha empezado a tomar forma un nuevo ‘huevo de la serpiente’: el fenómeno de la violencia y del crimen organizado que de alguna manera afecta, creo yo, a toda la sociedad», comenta Estrada.

El mensaje de la película es sombrío, con sangre goteando sobre el emblema nacional – un águila posada en un cactus mientras devora una serpiente- pero consigue divertir al público que asiste a las salas de la capital. «Es fuerte, pero se hace de una manera que te hace escuchar muchas risas en el teatro», dice Guadalupe del Rayo de 74 años, al salir de la sala.

«Estamos sorprendidos que hayan permitido pasarla porque es el aniversario de la independencia y es una burla del país», agrega. La película recibió recursos de un fondo estatal para la celebración del bicentenario, aunque fue calificada como apta solo para mayores de 18 años, lo que Estrada considera injusto pues dice que tiene menos sexo y violencia que muchas cintas extranjeras.

Con la cruda violencia en los diarios e informativos de televisión, muchos espectadores creen que el film es necesariamente crítico. «Es la realidad aquí en Mexico, unos están dentro de ella, otros estamos afuera. Hay mucha corrupcion aquí. La situación se presta para hacer reir», dice Felipe Bernal de 29 años.

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