Un fin de semana en  París

Un fin de semana en  París

Un joven con apariencia de veinteañero, ataviado completamente de negro y  con micrófono en mano, entonaba en francés, con la gracia propia de un artista de grandes multitudes, el clásico ¡Ave María! justo en el momento en que un “bateaux parisiens”,  una  de las embarcaciones que navegan por El Sena, pasaba frente a la catedral Notre-Dame.

El público, relajadamente sentado, observaba el exquisito espectáculo, mientras, el personal a bordo servía recetas de la alta cocina francesa con la misma agilidad con que eran degustadas por los comensales. Entre copas de champaña y vino tinto, la velada a lo largo del río parisino se hizo inolvidable.

Tres días en París y muchas historias que contar. Sin lugar a dudas Ernest Hemingway  no se equivocó. El famoso escritor estadounidense dijo una vez: “Nunca escribas sobre un lugar hasta que estés lejos de él, porque ese alejamiento te da una mayor perspectiva”.  En la memoria, y desde esta media isla -al otro lado del mundo- la capital francesa se ve aún más impactante.

París, París… es más que la ciudad de la luz, como se conoce  turísticamente,  más que la icónica torre Eiffel o el legendario Moulin Rouge. Es una ciudad dueña de un romanticismo embriagador, capaz de seducir cada uno de los cinco sentidos…  cultura desbordante, cuna de una envidiable arquitectura, acordeones resonando en sus angostas y adoquinadas calles, sutileza, estilo y mucho glamour. París es eso y mucho más… Una experiencia que hay que vivir.

Nuestro guía, un francés casado con una dominicana, con República Dominicana y  su  bachata, fue muy juicioso al momento de elaborar la agenda del viaje.

Jean Louis Lions pensó en mostrar lo mejor de la capital francesa.  Por cinco días: dos de vuelo y tres en París, tuvo a su cargo a diez periodistas invitados por Air Caraïbes con la encomienda de adentrarnos en el corazón de una de las ciudades más bellas y extraordinarias de Europa. El cometido fue cumplido a cabalidad  y con gran éxito.  

El tour abarcó  los museos de Cera (Museo Grévin), el Louvre, el L’ Air y el Espace au Bourget, el Mercado de las Pulgas de Saint Ouen, el cabaret El Lido, la torre Eiffel,   paseos por  los Campos Elysées, en barco por el  Sena,  por la avenida Montaigne (donde están las más importantes casas de moda: Chanel, Louis  Vuitton…), por el barrio bohemio Montmatre, las Galeries Lafayette y el Arco del Triunfo. Además comidas y cenas en los más importentes restaurantes de la ciudad como:  Le Café de Industrie (donde ofrecen recetas caseras francesas) el L’Hélice (con especialidad internacional y La  Coupole, un clásico culinario de decoración art déco, fundado en 1927 y merecedor, por su buena comida, de tres estrellas Michelín. Si dentro de sus planes de este año está contemplado visitar París, no deje de visitarlo, está ubicado en  el 102 Bd du Montparnasse- 75014.

Le recomiendo degustar una entrada de paté de pato,  como plato fuerte, un  pollo de granja en salsa de hongo y una sopa de mango con helado de vainilla, como postre. De seguro se acordará de mí. Ahora, iniciemos  juntos el recorrido.

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