Un fuerte golpe de circulante

Un fuerte golpe de circulante

El Gobierno inicia hoy el desembolso de 8,000 millones de pesos por concepto de la regalía pascual.

Este es el comienzo de la liberación de una importante masa de circulante que será complementada  por la entrega de una suma varias veces mayor en el  sector privado,  por el mismo concepto.

Un efecto asociado es que la economía se reanimará gracias a  las compras del público y éstas,  en reciprocidad, provocarán un retorno fiscal significativo para las arcas del Estado.

Este flujo de dinero avivará  también la especulación comercial, enemiga del presupuesto familiar, y el activismo de la delincuencia.

Las privaciones de todo un año de dificultades económicas para la población,  que se agudizaron por una baja de las remesas desde el exterior, y una oferta comercial estimulada por la entrega de la regalía pascual, se conjugan en estos tiempos para inducir un desbordamiento del consumo.

Esta circunstancia  parece inspirar la campaña puesta en marcha por el Instituto  Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor y Usuario (Pro Consumidor) para tratar de que la gente haga el mejor uso posible de su dinero. El intento es valioso, si se toma en cuenta que estamos ante perspectivas económicas sombrías en el entorno internacional que de algún modo podrían tocarnos.

Voluntad política de los partidos

El mayor obstáculo que ha impedido la aprobación de una ley de partidos ha sido la voluntad política de los propios partidos.

Es la conclusión más aproximada a la realidad del tortuoso proceso que le ha tocado sufrir a la propuesta de una ley que pondría cierto orden en las actuaciones de las organizaciones políticas, en el origen de sus finanzas, en el respeto de su propia democracia interna y otros aspectos no menos importantes.

Con la campaña electoral en pleno auge, la conclusión de la legislatura ordinaria y la proximidad de las elecciones presidenciales, están más que justificadas las dudas de que nuestra sociedad pueda contar con una ley de partidos antes de las votaciones de mayo 2012.

Nuevamente habrá vencido la indignante voluntad política de los partidos para salvaguardar su esencia clientelista.

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