En un ambiente marcado por la intimidad, fue dado el útimo adiós al diseñador Jorge Diep con la celebración de un culto evangélico y una misa en un velatorio que se extendió por espacio de cinco horas.
El cuerpo de Jorge Miguel Ángel Diep Suazo, nombre de pila del modisto, fue cremado y las cenizas expuestas en el día de ayer en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Durante las primeras horas del funeral se notó la poca presencia de figuras del medio artístico y de la moda.
Al transcurrir las horas, llegaron a las honras fúnebres Zoila Luna, Martha Heredia, Ana Victoria García Pérez, más conocida como Vickiana, la periodista de moda Rosario Tifá, Juan Carlos Albelo, Marisol Henríquez, Guillermo Cordero, Luis Minier, Isaura Taveras, entre otras.
Compungidas por la tristeza, su madre, Elsa Dominicana Suazo, y sus hermanas, Mélida Demorizi y Julia Diep, recibieron a quienes llegaban a dar el último adiós al modisto ido a los 62 años.
La capilla fue ambientada como de seguro Jorge lo esperaba: sus cenizas reposaban en una delicada urna rodeada de coronas de rosas blancas, púrpuras y amarillas. A su lado, como haciendo honor a las décadas que se mantuvo entre patrones, tijeras y agujas, fueron dispuestos tres vestidos negros bordados en pedrería, creados por el polifacético diseñador.
Todo esto estuvo complementado con dos fotos, una de su rostro y la otra de él rodeado de sus musas, famosas modelos de su época de oro. Una pantalla pasaba imágenes del llamado “diseñador de los espectáculos y las reinas”, junto a figuras de la talla de Oscar de la Renta. También con Martha Heredia, Georgina Duluc y la actriz mexicana Sabine Moussier.
Este escenario fue preparado por Michelle Selman, diseñadora de joyas y amiga cercana de Jorge Diep.
Antonia Ricardo, quien fue su asistente por años, señaló que más que amigos, Jorge y ella eran hermanos. Dijo que su vida era la moda, y su legado queda en muchos diseñadores noveles que han aflorado gracias a él.
Un culto y una misa. Las últimas horas del velatorio estuvieron matizadas por un culto evangélico dirigido por la pastora Jenny Reynoso y amenizado por la sublime voz de la cantante Claudia Sierra, y más tarde, cerca de las 2:30, el diácono Salvador Montás ofició una misa.
Para muchos de los presentes la celebración de ambas ceremonias religiosas fue considerada como algo inusual.
Pasadas las 3:00 de la tarde, familiares y amigos se dirigieron al cementerio Puerta del Cielo, donde ahora reposan las cenizas del diseñador.