Un gol de Francesco Totti pone Italia a gozar en el minuto 95

Un gol de Francesco Totti pone Italia a gozar en el minuto 95

POR NEMESIO RODRÍGUEZ
De la agencia EFE
Berlín (EFE).-
Los italianos alcanzaron ayer el éxtasis del fútbol que proponen: ganar de penalti en el último minuto y con 10 hombres en el campo. Francesco Totti, la estrella sentada en el banquillo hasta el minuto 75, batió al portero australiano Mark Schwarzer en el 95 y toda Italia ratificó la bondad de ese fútbol que nunca cambiará.

El desarrollo y el resultado final del partido contra Australia resume toda la filosofía del «calcio»: resistencia, lucha, jugar para no perder, buscar la casualidad hasta el pitido final y ganar de cualquier forma.

Se desconoce si Marcello Lippi lanza consignas en el vestuario antes de comenzar los partidos, pero bien podría ser ésta: «muchachos, tranquilos, esto es otra batalla, ya sabéis cómo pelearla, no arriesgad, la fortuna está siempre con nosotros».

Y eso que hoy, en contra de lo que recomienda el canon italiano, Lippi arriesgó al sacar dos delanteros (Gilardino y Luca Toni), con Alessandro Del Piero como creador y Totti, «il puppone», en el banquillo, como le había pedido media Italia.

Un pueblo tan supersticioso como el italiano nunca deja de creer en la buena suerte, mientras teme a la mala. Para los partidos, se invoca a los santos o a los quiromantes.

Causó sorpresa en el Mundial de 2002 comprobar que el entonces seleccionador Giovanni Trapattoni derramaba un poco de agua de una botella antes del comienzo de los partidos.

Pero más estupor produjo saber que era agua bendita que le había dado a «Trap» su hermana mayor Romilda, monja en el convento milanés de Santa María Bambina.

Hoy se ganó porque la velas a los santos permanecieron encendidas y todos los amuletos funcionaron. Los magos seguro que adivinaron el resultado en sus bolas de cristal (hay una empresa en Venecia que vende 80.000 al año) y qué decir del horóscopo.

«La Gazzetta dello Sport» adelantaba hoy la marcha de la luna, del sol y de los planetas. Todo para inspirarle a Lippi la alineación que, obviamente, quería el diario. De Francesco Totti decía: «su signo -libra- no le favorece hoy por la posición poco propicia del sol».

Al parecer, el sol no entiende de horóscopos e iluminó a Totti en el lanzamiento del penalti.

Lógicamente, Totti se tenía guardado todas las críticas que escribían algunos periodistas y técnicos. «Ahora espero a ver lo que escriben los críticos que me han destrozado».

Los que no creen en amuletos, horóscopos y supersticiones habrán repetido lo que los «tifosi» de la «azzurra» dicen en estos casos: «Así gana Italia, qué podemos hacer».

Está claro que el diseño del partido de hoy no se fabricó en las casas de los famosos estilistas italianos.

Se montó en lo que el ex seleccionador y ex técnico del gran Milán de los años 80 Arrigo Sacchi escribió el domingo en «La Gazzetta»: «Somos incapaces de jugar con alegría y seguridad, nuestro miedo atávico (a perder) nos bloquea e incluso con superioridad numérica no logramos casi nunca dominar la situación».

Lo dice Sacchi que en el Mundial de Estados Unidos 94, expulsado el portero Pagliuca en el primer tiempo del partido contra Noruega, retiró a su delantero estrella Roberto Baggio para sorpresa de los seguidores italianos y el disgusto del «codino».

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