Un gran pacto nacional para restablecer la no reelección

Un gran  pacto nacional para restablecer la no reelección

En el funeral del entrañable amigo Hatuey Decamps, conversé con varios dirigentes de su partido, así como con otras personas allí presentes, a quienes les expuse que tenía pendiente escribir sobre la conveniencia de restablecer el principio de la no reelección, cosa que le había prometido en vida. No solo porque él había mantenido esa bandera de lucha enarbolada, sino en memoria a dos de los más grandes líderes que ha tenido la República Dominicana: Juan Bosch y Peña Gómez.
La idea es, restablecer la no reelección presidencial consecutiva, permitiendo que los presidentes puedan repostularse solo una vez más, cuatro años después de terminado su periodo de gobierno, y no más. Y aprovechar para ponerle uno o varios candados a la Constitución, pues el país se merece por lo menos veinte años de procesos electorales y gobiernos, sin el estigma de la reelección. No porque haya sido necesariamente la causa real de todas las cosas que se alegan, sino porque es sumamente conveniente o necesario, eliminar un método que ha sido factor de crisis, controversias y luchas a través del tiempo.
Cuando hablé con Hatuey, después de finalizado el proceso electoral pasado, le dije que pocas veces se había presentado una coyuntura más favorable para ello, en virtud de que, cuando se pretende llevar a cabo cualquier proyecto, es imprescindible saber a cuantos de los actores influyentes o determinantes perjudica o a cuantos favorece.
Pues resulta que en las presentes circunstancias, un proyecto para restablecer la no reelección, no perjudica a Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Luis Abinader, Miguel Vargas, Moreno, ni a ninguno de los demás dirigentes que han aspirado o aspiren a la candidatura presidencial, sean del PLD, PRM, PRD, ni de los demás partidos. Y no menciono a los reformistas, porque siempre alegan ser reeleccionistas.
Pero un proyecto de esta naturaleza, tampoco perjudica al actual presidente Danilo Medina, pues de acuerdo a lo que establece la Constitución, no podrá presentarse de nuevo en el 2020; sin embargo, podría beneficiarse, si así lo quisiera, cuatro años después de finalizar el presente período, o sea, en el 2024.
Pero además, tanto Danilo como Hipólito, que durante sus gobiernos se realizaron reformas para permitir la reelección, así como Leonel, que sin promoverla se benefició de sus resultados, pueden aprovechar la presente coyuntura para devolverle al país, a la sociedad, esa deuda pendiente con un principio que enarbolaron los líderes fundadores de sus organizaciones, víctimas de ella.
Danilo, Hipólito, Leonel, Abinader, Miguel, y sus respectivos partidos, acumulan la mayoría absoluta para llevar a cabo una reforma de esta naturaleza. Pero el propio Mons. Agripino Núñez Collado, en coordinación con ellos, puede aprovechar la situación para incorporarlo como tema de importancia para la democracia institucional; abrir un nuevo escenario y darle un impulso a las discusiones entre gobierno y oposición. Repito, pocas veces en la historia de nuestro país ha existido una coyuntura más favorable que la presente, para una reforma de esa naturaleza. Ojalá que tomen en cuenta la presente propuesta.

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