Después de comprobadas las causas de la muerte de once niños en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, lo que se impone es concentrar esfuerzos para echar a andar un pacto que transforme en funcional nuestro sistema de salud. El Colegio Médico Dominicano (CMD) no debería en estos momentos blandir como bandera de lucha su desacuerdo con los términos del informe de la comisión que investigó las muertes en el Robert Reid. La conclusión medular y que debe motivar un gran pacto por la salud es que las cosas en el Robert Reid no funcionaron como debieron y por esa razón se produjo el desenlace fatal. En todo caso, el CMD debería promover auditorías similares en otros centros asistenciales, a ver cómo andan las cosas.

Después de que el caso del Robert Reid Cabral disparó las alarmas sobre las fallas en el sector salud, lo que conviene es adoptar medidas para hacerlo funcionar como debe ser, y no hay duda de que el CMD puede hacer mucho en beneficio de esa causa. Ahora hay que procurar que los hospitales reciban con puntualidad los recursos que necesitan, ponerlos en condiciones de hacerle frente a sus acreencias, que no les falten medicinas ni equipos y que las auditorías médicas y administrativas sean una realidad periódica. El plan de lucha debe estar dirigido a garantizar la calidad de los servicios médicos para la población que más depende de ellos.

UNA OPORTUNIDAD PARA EL CONGRESO

En manos del Congreso está lograr que las partidas del Presupuesto General del Estado para 2015 estén destinadas a cubrir necesidades prioritarias de los ciudadanos. Sería juicioso que el Congreso empiece por recortar su propia tajada para suprimir gastos injustificables, y que haga otro tanto con la asignación que el Gobierno Central emplea en gasto público para reducir lo destinado a clientelismo político.

El Congreso está ante la oportunidad de lograr que, mediante un juicioso reajuste de partidas, reciban lo que necesitan para trabajar el sector salud, que está en un innegable descalabro; la Junta Central Electoral, que tiene por delante la preparación de unas elecciones presidencial y congresual unificadas; el Poder Judicial, que está atascado en el atraso por falta de recursos, y otras instancias cuyas tareas son de importancia fundamental para el desempeño de la nación.