Un gran tributo a Juan Bosch

Un gran tributo a Juan Bosch

LUIS SCHEKER ORTIZ
Hace pocos meses el ingeniero Pedro Almonte, hombre de ideas sorprendentes, de vida sencilla e incansable y honesto trabajador, me sorprendió con un proyecto maravilloso, dirigido a perpetuar la memoria del más ilustre de los veganos y uno de los hombres más portentosos nacidos en esta media isla, a la que amó intensamente, como igual de amado y admirado fuera por todos los pueblos de nuestro Continente.

Juan Bosch Gaviño es un hombre Historia, que descansa serenamente en el cementerio de su ciudad natal, tal fuera su expreso deseo. Algo de su grandeza quiso devolverle a la tierra que le vio nacer y donde empezó a cultivar su pasión por las artes, por la buena lectura, por los cuentos que lo dieron a conocer alrededor del mundo como uno de los más insignes creadores de este difícil género que Borges estimara tan solo superado por la poesía.

Pero allí también, en la Ciudad Olímpica, que desmaya reverdeciendo viejos laureles conquistados por sus más insignes ciudadanos y ciudadanas, al calor de sus progenitores, Don Juan comenzaría a apreciar y desarrollar lo que su intuición le señalaría como la mayor riqueza del ser humano: los valores morales y patrióticos que orientarían su vida toda, y que, luego de mil avatares, le permitirían ascender a la Primera Magistratura de la nación y ser reconocido por sus congéneres como el paradigma del buen gobernante, aquel que enseña a su pueblo a vivir con dignidad y decoro, siendo el mismo ejemplo de decoro y dignidad.

Estoy más que convencido que nada más loable y convincente para exaltar su excelsa figura que abrazar firmemente sus ideales y obrar como él, gobernantes y gobernados, teniendo por enseña la grandeza de la Patria y el bienestar general de la nación. Nada le llenaría más, como diría de Hostos a sus discípulos, que su ejemplo fuera cultivado por quienes proclaman su moral y ésta alcanzara por igual a todas las clases sociales, a débiles y poderosos.

La remodelación de plazoleta, ubicada frente al Cementerio Municipal y que otrora fuera escenario de concurridos eventos deportivos, es la propuesta del ingeniero Almonte para convertirla en un atractivo centro conmemorativo cultural y recreativo que el proyectista denomina «La Gaviota», la que capta el diseño del Centro remontando su vigoroso vuelo a las alturas, siendo este una hermosura arquitectónica impresionante que rescatará el entorno ambiental, y constará de un museo, una sala cibernética y de documentación, un salón de conferencia y de proyecciones, es decir, un espacio vital, bellamente ornamentado por sus legendarios y frondosos framboyanes, que bordeará el Camino Real por donde transitará fraternal y permanentemente, para darse cita, el mundo de la belleza, del arte y del saber.

Este tributo no sustituirá el homenaje subliminal que el pueblo dominicano, con su civismo, debe tributarle en todo momento, a quien, emulando a nuestro patricio Juan Pablo Duarte, fuera arquetipo de honestidad y desprendimiento.

Pero sería una magnífica ofrenda, un homenaje de gran connotación nacional e internacional para enaltecer su vida y sus virtudes y las virtudes de un pueblo agradecido.

El Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, anuncia grandes obras para la ciudad y la provincia de La Vega. La Fundación Juan Bosch, y particularmente doña Carmen, hijos y nietos de don Juan que conocieron del proyecto, lo han acogido con gran entusiasmo; lo mismo puede decirse del Señor Presidente y del Señor Vicepresidente de la República, quienes lo apadrinan, así como el gobernador y el Síndico de La Vega Real y regidores, y todos los munícipes que habrán de apoyarlo, sin distinción de banderías políticas o de otra índole.

El 30 de junio, aniversario de su nacimiento, puede ser un gran día para llamar a la unión a hombres y mujeres de esta gran nación y construir, simbólicamente, con esta hermosa obra, el compromiso patriótico y moral que la patria espera de sus mejores hijos, fieles a los ideales y propósitos nacionalistas de los trinitarios y de quien fuera el más ilustre vegano de todos los tiempos y uno de los prohombres más notables de la historia republicana de nuestro pueblo y del Continente.

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