Un gran “trío” en escena en “Las quiero a las dos”

Un gran “trío” en escena en “Las quiero a las dos”

La obra “Las quiero a las dos” aborda un tema “normal” para muchos: el típico trío amoroso entre un hombre, su esposa y su amante. ¿La novedad? Que la esposa se da cuenta de la infidelidad y en vez de dejar al marido decide seguir con él y convivir con su rival bajo el mismo techo, aunque no por mucho tiempo.

Bajo la dirección de Manuel Chapuseaux, la pieza que debutó este fin de semana en el Palacio de Bellas Artes, une a Georgina Duluc, Nashla Bogaert y Félix Germán en una trama entretenida, cómica, pero que tiene diálogos muy repetitivos y momentos bajos.

Por tratarse de la infidelidad, un tema donde hay mucha tela por donde cortar, el guión definitivamente pudo ser más rico.

El veterano Félix Germán (Miguel) convence en su papel de mujeriego egoísta y egocéntrico, que luego de luchar para mantener a Isabel (Georgina Duluc), su amante oculta, vive el sueño de muchos hombres cuando se descubre su infidelidad: vivir con las dos mujeres que “ama” bajo el mismo techo.

Con una escenografía que recrea el apartamento de la “feliz” pareja de esposos, se desenvuelve esta trama que si bien hace reír, también lleva a analizar esta situación que viven muchos día a día y que la sociedad ha convertido en “normal”.

Nashla Bogaert encarna a “Julia”, la abnegada ama de casa que vive y respira para complacer a su esposo, pero, luego de aguantar las infidelidades de “Miguel” da un giro de rebeldía. A este papel Nashla le impregna su personalidad, algo que a en ocasiones la beneficia a ella y en otras no tanto.

Georgina Duluc repite como en otras producciones su papel de amante con “Isabel”. La obra cobra vida cuando aparece en escena “Isabel”, la amante que se cansa de esperar y creer promesas incumplidas.

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